El dirigente norcoreano Kim Jong-Il era contrario a la transmisión hereditaria del poder pero designó como sucesor a su hijo menor para garantizar la estabilidad del régimen, declaró su primogénito a un diario japonés.

En una nada frecuente entrevista publicada este viernes por el Tokyo Shimbun, Kim Jong-Nam, que vive en el extranjero, deseó que su hermanastro Jong-Un pueda mejorar la vida de los norcoreanos.

“No se ha producido sucesión por herencia ni para el presidente chino Mao Zedong”, recordó el empresario de 39 años, entrevistado a primeros de mes en el sur de China.

“Esto no se corresponde con el socialismo y mi padre estaba en contra”, dijo.

“Yo comprendo que se haya decidido para estabilizar el país”, añadió. “La inestabilidad de Corea del Norte conduciría a la inestabilidad de la región”.

En octubre pasado, coincidiendo con los 65 años del Partido de los Trabajadores (comunista), el pueblo norcoreano y las televisiones de todo el mundo pudieron ver al presunto futuro número uno del régimen, Kim Jong-Un, de 27 años.

Kim Jong-Nam pasa su tiempo entre Macao, donde reside en una lujosa mansión con su esposa y sus dos hijos, y Pekín, donde también tiene casa. Viaja con frecuencia a Bangkok, Moscú y Europa.