El primer ministro designado Nayib Mitaki, apoyado por el poderoso partido chiita Hezbolá, inició este jueves consultas para formar un nuevo gobierno en el Líbano, que será probablemente boicoteado por el campo de su rival Saad Hariri.

El multimillonario sunita se reunió con el jefe del Parlamento Nabih Berri, un aliado del Hezbolá, y debía entrevistarse más tarde con Saad Hariri, en la oposición desde la caída de su gobierno el 12 de enero a raíz de la dimisión de los ministros del campo del partido chiita.

Mikati también debía conversar con otros representantes de bloques parlamentarios antes de terminar sus consultas el viernes y de informar al presidente Michel Suleimán.

El primer ministro designado, un abogado y hombre de negocios que mantiene buenas relaciones con Damasco y Riad, había afirmado que buscaba incluir a todas las partes en su gabinete.

Pero la coalición de Hariri, apoyada por Occidente, rechazó participar en un gabinete dirigido por un candidato impuesto, según ella, por el Hezbolá.

El jueves, Mikati también se reunió con la embajadora de Estados Unidos Maura Connelly para reiterarle su intención de mantener buenas relaciones con Washington, según un comunicado de su gabinete.

El Hezbolá provocó la caída del gobierno de Hariri debido a la disputa en relación a la investigación del Tribunal Especial para el Líbano (TEL) sobre el asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafic Hariri, padre de Saad.

El partido chiita, que prevé que el acta de acusación del TEL lo implique en la causa, acusa, al igual que sus aliados sirios e iraníes, al Tribunal de estar manipulado por Israel y Washington. El Hezbolá había presionado a Saad Hariri para que lo desautorizase, pero fue en vano.

Según los expertos, Mitaki estará sometido al mismo tipo de presiones.

El bloque del Hezbolá tiene ahora mayoría parlamentaria, después de la dimisión de ex aliados de Hariri.