Estados Unidos anunció este jueves para finales de abril un sistema de mensajes indicando la naturaleza de las amenazas y las medidas a tomar, que sustituirá progresivamente el dispositivo de colores puesto en marcha después de los atentados del 11 de septiembre.

El código de colores implantado a finales de 2002 por el entonces presidente George W. Bush funciona siguiendo un muestrario que va del verde (amenaza de carácter débil) al rojo (alerta máxima).

Sus detractores opinan que este sistema deja al país en un permanente estado de alerta, sin dar explicación sobre el tipo de amenaza.

“El nuevo sistema está concebido sobre una base clara y simple: cuando una amenaza creíble se desarrolla, lo diremos y aportaremos toda las informaciones que podamos, con el fin de que pueda hacer lo necesario para estar seguros”, explicó la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, durante la presentación del nuevo dispositivo en la universidad George Washington.

El futuro método tendrá dos mensajes: “amenaza inminente” o “amenaza alta”. Además, ofrecerá un “resumen conciso de la amenaza potencial” y recomendará “ciertas medidas” a tomar, señaló Napolitano.

Los mensajes constarán de un “plazo determinado”, al contrario del anterior sistema, y podrán ser accionados por las agencias gubernamentales, las fuerzas de seguridad o empresas.

El dispositivo de colores sólo alcanzó el color rojo una vez, el 10 de agosto de 2006, cuando se descubrió de un complot de Al-Caída sobre líneas aéreas transatlánticas.