La tenista china Li Na, undécima mundial, superó un mal arranque y una pelota de partido antes de imponerse este jueves a la número uno del mundo, la danesa Caroline Wozniacki, 3-6, 7-5, 6-3 y jugará la final del Abierto de Australia, un hito histórico para ella y su país en un torneo del Grand Slam.

Semifinalista desafortunada el año pasado en Melbourne, Li Na consiguió pasar esta vez y el sábado se enfrentará a la belga Kim Clijsters, tercera mundial, o a la rusa Vera Zvonareva, segunda mundial.

Li Na hace historia para su país, que tenía a dos representantes en 2010 en semifinales de Melbourne pero nunca había llegado a la final.

A punto de cumplir 29 años, la jugadora china ha tenido una eclosión lenta y progresiva, y llegó a interrumpir su carrera casi dos años para reanudar sus estudios. Pero su perseverancia, la misma que demostró este jueves en la pista, ha sido fructífera.

Enfrente, enorme decepción de Wozniacki, de 20 años, reina del circuito pero que sigue sin ganar ningún título grande y da argumentos a sus detractores, que le reprochan su juego ultradefensivo y un palmarés poco nutrido.

Wozniacki tuvo a mano el pase a la final gracias a un arranque muy malo de Li Na.

En algunos momentos, la jugadora china regaló literalmente el partido a su rival, a base de cometer un montón de errores.

En el primer set cometió cuatro veces más faltas directas que Wozniacki (17 contra 4), falló golpes fáciles, tomaba la iniciativa de atacar, pero la danesa la rechazaba con gran facilidad desde la línea de fondo.

Después de perder sus respectivos saques, Wozniacki se adelantaba 4-2 concluía de corrido.

La china concedía su servicio al principio del segundo set con una doble falta que ilustraba su febrilidad. Con todo consiguió empatar 4-4 pero acto seguido echaba por tierra sus esfuerzos al perder el saque en el juego siguiente.

Entre la espada y la pared, salvó un punto de partido, conseguía empatar 5-5 y sumaba dos juegos seguidos y con ellos la victoria.

A pesar de este increíble vuelco, Wozniacki reaccionaba en el tercer set adelantándose de entrada. La china afinaba su juego, con golpes más incisivos, más pesados, que obligaban a la danesa a correr de un lado para otro de la pista.

En un desenlace con mucho suspense, Li Na se acercaba a Wozniacki, cada una perdía varias veces le saque, pero la china, imparable, alcanzaba la victoria al cabo de 2h35 de juego.