Embajador Raúl Sáez y Ángel Gurría

Embajador Raúl Sáez y Ángel Gurría

El ex asesor en Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, Raúl Sáez, asumió oficialmente como Representante Permanente de Chile ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cargo en el cual fue designado por el Presidente de la República, Sebastián Piñera.

Sáez, que tendrá rango de embajador, presentó hoy sus cartas credenciales al secretario general de la OCDE, Angel Gurría, en una ceremonia realizada en la sede de la organización en París, Francia, donde cumplirá sus nuevas funciones.

Se trata del primer Representante Permanente que Chile tiene ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico luego que, en mayo de 2010, nuestro país ingresara formalmente a esta organización en una ceremonia a la que asistió el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Entre los temas que formarán parte de su agenda de trabajo destacan el análisis, discusión e implementación de políticas públicas comunes en áreas como educación, innovación, energías “verdes”, transparencia, gobiernos corporativos y estadísticas.

Raúl Sáez es magíster en Economía de la Universidad de Chile y doctor en Economía de la Universidad de Boston, Estados Unidos.

Entre abril de 2000 y marzo de 2010 se desempeñó como coordinador de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda.

En esas funciones, entre otras actividades, condujo las negociaciones de servicios financieros y coordinó la participación del Ministerio de Hacienda en las negociaciones internacionales de Chile.

A partir de 2007 encabezó el equipo del Ministerio de Hacienda que participó en el proceso de ingreso a la OCDE.

Después de más de una década de participar como observador en los Comités y Grupos de Trabajo de la OCDE, en mayo de 2007 el Consejo de Ministros de los países que la integran invitó a Chile a iniciar el proceso de acceso junto a otros cinco países.

Entre las razones aludidas para esta convocatoria se encontraban las políticas públicas, la estabilidad política y económica del país, así como el proceso de ampliación de la OCDE debido a la creciente importancia de los países en vías de desarrollo.

.Chile se beneficiará de toda la capacidad de análisis, investigación y seguimiento de tendencias que efectúa la OCDE para el desarrollo económico y tendrá un efecto positivo sobre la inversión extranjera, ya que los estándares de las políticas públicas chilenas tendrán el reconocimiento que implica ser miembro de la organización.