Miles de egipcios, inspirados en la sublevación popular tunecina, salieron el martes a manifestarse en las calles de El Cairo y de otras ciudades del país para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak, en el poder desde hace tres décadas.

“¡Fuera Mubarak!”, “¡Túnez es la solución!”, coreaban los manifestantes tanto en El Cairo como en Alejandría (norte), la segunda ciudad del país, ante una masiva presencia policial.

En El Cairo, la policía lanzó gases lacrimógenos contra unos 15.000 manifestantes que protestaban en el centro de la capital, constató un periodista de la AFP.

Los manifestantes, que llevaban banderas egipcias y lanzaban consignas en favor de reformas políticas y sociales, se congregaron en la gran plaza Tahrir, cerca de los numerosos edificios oficiales, frente a un importante dispositivo policial.

La manifestación retrocedió un poco pero no se dispersó. La policía fue blanco de algunas pedradas.

Un poco más lejos, en los alrededores del Parlamento, la policía utilizó cañones de agua para dispersar a los manifestantes.

“Hay alrededor de 15.000 personas en las manifestaciones en El Cairo”, declaró a la AFP un miembro de los servicios de seguridad que pidió mantener el anonimato.

También se señalaron manifestaciones parecidas en provincia, en particular en Alejandría, en varias ciudades del delta del Nilo, en Ismailiya (Canal de Suez) o al norte del Sinaí, según testigos y corresponsales de la AFP.

Los manifestantes gritaban consignas en favor de reformas económicas y políticas directamente inspiradas de la revuelta tunecina que sacó del poder al presidente Ben Alí.

Entre 20.000 y 30.000 policías fueron movilizados en El Cairo para enfrentar estas manifestaciones, según los servicios de seguridad.

El ministro del Interior, Habib al Adli, declaró que “las fuerzas del orden son capaces de enfrentar toda amenaza contra la seguridad de la población, y no tomaremos a la ligera ningún ataque contra los bienes ni ninguna infracción a la ley”.

En Ismailiya más de mil personas se congregaron para corear “Después de Ben Alí ¿a quién le toca el turno?”. “Pan, paz, dignidad”, exclamaban algunos, repitiendo las consignas de los manifestantes tunecinos.

En El Cairo, una madre de tres hijos que enarbolaba una bandera egipcia gritaba: “Mubarak, vete ya, eres injusto, nos tienes hambreados, en tus comisarías torturan, eres un agente de Estados Unidos”.

Justamente, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo este martes que Estados Unidos tiene la impresión de que “el gobierno egipcio es estable”, pese a las protestas que piden la salida de Mubarak.

En varios lugares, las fuerzas de policía, que habitualmente reprimen con brutalidad este tipo de manifestaciones, dieron la impresión de mostrarse moderadas.

“No queremos hacer daño, es nuestro pueblo”, declaró un oficial de la policía.

Estas manifestaciones respondían a la convocatoria de un grupo que milita por la democracia, el “Movimiento del 6 de abril”, y de otras organizaciones cercanas, que llamaron a salir a la calle para hacer de este martes “una jornada de rebelión contra la tortura, la pobreza, la corrupción y el desempleo”.

Esta iniciativa coincidió con “el día de la policía”, un día feriado destinado a rendir homenaje a las fuerzas del orden.

La idea de la movilización se abrió camino, sobre todo entre los jóvenes, gracias a internet. En la red social Facebook, más de 90.000 personas declararon estar dispuestas a salir a la calle a manifestarse.

Los Hermanos Musulmanes, que tienen una gran capacidad de movilización, y el Wafd, primer partido de oposición laica, no se asociaron oficialmente a la jornada de protesta, pero dejaron libertad a sus jóvenes militantes para que participaran.

En Egipto, que cuenta con 80 millones de habitantes, más del 40% de la población vive con menos de dos dólares diarios por persona.