El presidente francés Nicolas Sarkozy tratará de involucrar a Angela Merkel, Hu Jintao, Dimitri Medvedev o David Cameron en las tareas de su presidencia del G20 como la reforma del sistema monetario, la regulación de los precios agrícolas y la gobernanza mundial, para los que prometió “resultados” a fines de 2011.

“Si el G20 quiere seguir siendo legítimo, debe iniciar proyectos de fondo”, declaró el lunes Nicolas Sarkozy al presentar las prioridades de la presidencia francesa del G20, junto con las del G8.

“Tendremos resultados”, prometió, y dio cita en noviembre en Cannes (sureste) en la cumbre del G20, que sucederá a la del G8 a fines de mayo en Deauville (noroeste).

Un proyecto más complicado es la reforma del sistema monetario internacional, con los debates recurrentes sobre el papel del dólar como moneda de reserva internacional y la inestabilidad de las tasas de cambio.

Sarkozy dijo que no quiere cuestionar el “papel eminente” del dólar ni establecer un “control de capitales” en el marco de la reforma del sistema monetario internacional, en una conferencia de prensa sobre los objetivos de la presidencia francesa del G20.

Indicó que la canciller alemana Angela Merkel había aceptado copresidir con el presidente mexicano Felipe Calderón un grupo de trabajo sobre la reforma del sistema monetario internacional.

Este debate será inaugurado a fines de marzo por un seminario, que reúne a políticos y universitarios, en China, país epicentro del debate ante las repetidas peticiones estadounidenses de que revalúe el yuan.

Al indicar que este seminario “no fue fácil lograrlo”, Sarkozy, que se entrevistará en esa ocasión con el presidente Hu Jintao, añadió: “Lejos de mi intención está decirle a China qué es lo que debe hacer”.

Frente a numerosos desequilibrios del mercado de cambios, que causan movimientos masivos y bruscos de capitales que afectan los países emergentes, Nicolas Sarkozy quiere ampliar las misiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) confiándole una misión de vigilancia de esos flujos de capitales.

“Propondremos al G20 elaborar un código de conducta en materia de gestión de los flujos de capitales, pues a término Francia tiene la convicción de que una reforma de los estatutos del FMI es recomendable para que prevalezcan las reglas comunes”, declaró.

Otra prioridad de Francia es la regulación de los precios agrícolas caracterizados en los últimos meses por una extrema volatilidad y de la cual se encargará el presidente ruso Dimitri Medvedev.

“Si no hacemos nada, nos arriesgamos a que haya disturbios por hambre en los países más pobres”, advirtió Sarkozy, quien quiere proponer “la creación de una base de datos” para “conocer las perspectivas de producción, consumo y reservas”.

El primer ministro británico David Cameron será en su caso encargado de trabajar sobre la gobernanza, así como en la creación de un secretariado permanente del G20 y de una organización mundial del medio ambiente.

Sarkozy añadió que Francia quiere la instalación de un nivel “de protección social y universal” y propondrá “un código de conducta en materia de gestión de flujos de capitales”.

Declaró que Francia es favorable a una tasa sobre las transacciones financieras, “la mejor de las fórmulas”, según él, para encontrar “nuevos recursos para el desarrollo”.

“Francia considera que esta tasa es moral teniendo en cuenta la crisis financiera que acabamos de atravesar, útil para disuadir la especulación y eficaz para encontrar nuevos recursos para el desarrollo”, agregó Sarkozy a la prensa.

A 15 meses de la elección presidencial, en la que es bastante probable sea candidato, Sarkozy espera tener un mandato exitoso del G20 para mejorar su imagen cuando su popularidad se encuentra en el punto más bajo, con sólo 30% de franceses satisfechos de su acción.