El descubrimiento en China de un fósil bien preservado de un pterosaurio con su huevo reveló secretos sobre el sexo y la reproducción de estos reptiles voladores, contemporáneos a los dinosaurios y desaparecidos hace 65 millones de años, según un estudio publicado el jueves.

Osamentas de Pterosaurio | Wikipedia

Osamentas de Pterosaurio | Wikipedia

Este fósil, que data de hace 160 millones de años, muestra por primera vez que la hembra pterosaurio -de la familia de los pterodáctilos- tenía las caderas más amplias que el macho y, a diferencia de él, carecía de cresta en la cabeza.

“El fósil que descubrimos, un darwinopterus, -género del pterosaurio- se preservó con un huevo, lo que muestra que se trataba de una hembra”, dijo David Unwin, paleobiólogo de la Universidad de Leicester en Gran Bretaña y coautor de este estudio publicado en la revista estadounidense Science, fechada el 21 de enero.

El descubrimiento “permite determinar con certidumbre el sexo del animal, un hecho muy raro en lo que concierne a fósiles e inédito en lo que respecta a los pterosaurios”, señaló.

“Tenemos al fin una buena explicación para la cresta de los pterosaurios, que intrigó a los científicos durante más de un siglo”, porque sólo la presentaban algunos individuos, señaló.

El hallazgo hace posible además reclasificar en la misma especie a pterosaurios hembras y machos, que antes se creía que pertenecían a especies diferentes.

El pterosaurio, bautizado “Señora T”, fue descubierto en 2009 en la provincia china de Liaoning (noreste de China) en una formación geológica del período Jurásico medio.

El huevo era bastante pequeño, con una masa estimada de 6,1 gramos y una cáscara blanda.

“Son características típicas de los reptiles, totalmente distintas a los pájaros, que ponen huevos grandes y con cáscara dura”, señaló Unwin.

El análisis de la “Señora T”, con alas de 78 cm de envergadura, arroja luces además sobre la reproducción de los pterosaurios.