La pequeña localidad uruguaya de Conchillas ve con optimismo la instalación en la zona de una gigantesca planta de celulosa que representa la mayor inversión en la historia del país y que promete generar 500 empleos directos y más de 5.000 indirectos cuando esté funcionando.

Imagen de Tomás Jorquera en Flickr

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Montes del Plata, fusión de la finlandesa Stora-Enso y la chilena Arauco, anunció el martes un acuerdo con el gobierno para construir la planta, con una inversión de 1.900 millones de dólares, lo que equivale al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para 2010 de este pequeño país sudamericano.

El consorcio había comprado en 2009 el proyecto de construcción de la planta y 130.000 hectáreas a la española Ence, por 340 millones de dólares, que ya había generado expectativas en el pueblo de Conchillas, 200 km al oeste de Montevideo.

“La población ahora lo tomó con más cautela, por la experiencia anterior de Ence, que estaba toda la gente ilusionada y de un momento para otro vendieron y quedó todo en la nada como por un año. Pero ahora todo el mundo está feliz”, dijo a la AFP Carmen Guerrero, secretaria de la Junta Local de Conchillas.

Unas 350 personas, de una población de entre 500 y 700 personas, se reunieron el martes en la plaza del pueblo para escuchar el anuncio de parte de las autoridades de la empresa.

La expectativa es clara: la planta representa una promesa concreta de trabajo para un pueblo que conoció la prosperidad, tras nacer a fines del siglo XIX como sede de una empresa británica, y que ha perdido a su población joven, que se marcha en busca de mejores oportunidades.

“Acá no hay trabajo, estábamos quedando las personas mayores que trabajamos en los entes públicos o en los establecimientos rurales de los alrededores”, explicó Guerrero.

En la etapa de construcción de la planta, prevista para comenzar en mayo y que durará unos dos años, la empresa empleará a unas 3.200 personas en promedio, con picos en los que puede haber hasta 6.000.

Cuando comience a funcionar, en los primeros meses de 2013, se prevé que generará unos 500 empleos directos y más de 5.000 indirectos, dijo a la AFP Erwin Kaufmann, gerente general de Montes del Plata.

No obstante, Kaufmann admitió que en un momento en el que la tasa de desempleo en Uruguay está en el nivel más bajo de su historia (6,1%) no habrá suficiente personal en el país.

“En las obras civiles sí creemos que tenemos suficiente cantidad”, dijo Kaufmann. Pero “en la etapa de montaje creemos que además de un problema de cantidad va a haber un problema de capacitación, y estimamos que un porcentaje de lo que necesitamos va a tener que venir de fuera del Uruguay. Esperamos que sea lo más bajo posible”.

La planta que se situará en Punta Pereira (Conchillas), sobre el Río de la Plata y a menos de 40 km de Buenos Aires, será la segunda en Uruguay después de la finlandesa UPM (ex Botnia), cuya instalación desató un conflicto de siete años entre Uruguay y Argentina, donde un grupo de ambientalistas la rechazaba por presunta contaminación y violación de un tratado bilateral.

Kaufmann aseguró que ese conflicto no afectó el cronograma de la inversión de Montes del Plata y estimó que el clima de Uruguay -donde los árboles crecen más rápido que en otras partes del mundo- y su estabilidad político-económica fueron claves para la instalación en el país sudamericano.

Cuando esté funcionando a pleno, la pastera producirá 1,3 millón de toneladas de pasta de celulosa, lo que representaría una facturación de 1.000 millones de dólares y un aumento en dos puntos porcentuales del PIB de Uruguay.

Guerrero, en tanto, admitió que “hay algunas personas de otras zonas del departamento que están en contra de la forestación” pero confió en los controles prometidos por las autoridades.