Un gran jurado federal acusó formalmente el miércoles de tres cargos al joven Jared Lee Loughner por intentar matar a una congresista estadounidense y otros dos asistentes en un mitin político en Tucson (Arizona, suroeste) hace dos semanas.

“En el día de hoy, el Gran Jurado presentó un acta de acusación inicial de tres cargos contra Jared Lee Loughner por el caso del tiroteo de Tucson”, dijo la fiscalía general en un comunicado precisando que las autoridades judiciales están “en las primeras etapas de esta investigación en curso”.

“Se han realizado considerables progresos en un período corto de tiempo”, dijo el fiscal Dennis K. Burke.

Jared Loughner atacó con una pistola semiautomática un mitin político que realizaba el sábado 8 de enero la congresista demócrata Gabrielle Giffords en las afueras de un supermercado en Tucson, dejando seis muertos y 14 heridos, entre ellos la política de 40 años.

El atacante de 22 años, empezó a disparar contra la gente y dio un tiro a quemarropa en la cabeza de Giffords que la mantuvo en estado crítico varios días, pero empieza a dar importantes progresos.

“Este caso también implica potenciales cargos de pena de muerte, y las normas del Departamento (de Justicia) nos obligan a seguir un proceso deliberado y exhaustivo”, señaló la Fiscalía en el comunicado antes de aclarar que “los cargos de hoy son sólo el comienzo de nuestra acción legal”.

“Estamos trabajando diligentemente para asegurar que nuestra investigación sea exhaustiva y que se haga justicia para las víctimas y sus familias”, indicó el fiscal Burke.

Una condena por intento de asesinato de un miembro del Congreso tiene una pena máxima de cadena perpetua, una multa de 250.000 dólares o ambas cosas. Una condena por intento de asesinato de un empleado federal conlleva una pena máxima de 20 años de prisión, una multa de 250.000 dólares o ambas cosas.

Según fuentes federales citadas por medios en Arizona, Loughner sería procesado en el estado vecino de California debido a la polémica que despertó esta tragedia entre la ciudadanía en Arizona y en el aparato judicial del estado, puesto que uno de los muertos fue un juez federal, John Roll.

Aún no se conocen las razones que movieron a actuar a Loughner, quien fue arrestado en el lugar del tiroteo por uno de los espectadores que lo controló cuando intentaba recargar su arma.