La CUT, junto a la Federación de Trabajadores de las Empresas Sanitarias, manifestaron su absoluto rechazo a las ventas de las acciones que el Estado posee.

Ambas entidades aseguraron que privatizar las empresas de estos servicios significaría que el Estado renunciara totalmente a su rol como regulador en este sector.

Además, los dirigentes afirmaron que esta transacción traerá como consecuencia el aumento de las tarifas y despidos, agregando que no se garantizaría un buen servicio a los clientes.

Incluso, precisaron que las tarifas que cobraba el Estado durante el año 2000 han aumentado actualmente hasta en un 200% en algunos casos. Por ello, no descartan iniciar movilizaciones en marzo.