Al menos 17 personas murieron el lunes en la explosión de una bomba en un minibús de transporte público en el noroeste de Pakistán, un país sometido a una ola de atentados de los talibanes aliados a Al Qaida, anunció la policía.

Poco antes, la policía había anunciado que se trataba de un accidente durante el cual el depósito de GPL de un minibús había estallado en un choque con otro vehículo, pero después descubrió que se trataba de un atentado.

“El informe del equipo de artificieros señala la presencia de una bomba con mecanismo de relojería que estaba escondida cerca del depósito de gas” de uno de los vehículos, explicó a la AFP por teléfono Abdul Rashid, el jefe de la policía local.

El segundo vehículo también fue parcialmente destruido por la explosión.