Las Fuerzas Armadas brasileñas llegaron a la sierra del norte de Rio de Janeiro, devastada por los temporales que dejaron más de 600 muertos, para intensificar las operaciones de rescate de víctimas por aire y tierra, al cumplirse este domingo el quinto día de búsqueda tras la tragedia.

El ministerio de Defensa informó que envió a toda la zona 500 efectivos, 11 helicópteros, unos 50 vehículos y cuatro excavadoras, además de dos hospitales de campaña y generadores de electricidad.

Las Fuerzas Armadas están intensificando el transporte de víctimas en las zonas de montaña todavía aisladas, a donde llevan alimentos, medicinas y servicios médicos. También trabajan en la apertura de vías por tierra con la remoción de escombros en una zona que perdió numerosas carreteras.

El cuartel general de las Fuerzas Armadas fue instalado en la Granja Comary, centro de entrenamiento de la selección nacional de Fútbol, situado en la vecina ciudad de Teresópolis, un municipio donde 261 personas perdieron la vida.

El comandante de la Defensa Civil, coronel Luiz Castro, declaró a la prensa que la “prioridad” de los militares es retirar a las personas que se encuentran en las zonas aisladas de montaña, donde numerosas carreteras desaparecieron bajo los aludes de tierra y agua.

El domingo amaneció lleno de nubes que amenazaban con más lluvias, observó la AFP en el lugar, mientras los servicios meteorológicos advertían que pueden producirse tormentas.

En la zona, la lluvia no ha dado tregua desde el inicio de la semana y las autoridades han advertido del peligro de nuevos deslizamientos de tierra.

Más de 14.000 personas tuvieron que dejar sus casas y una decena de áreas rurales todavía estaban aisladas, según los bomberos.

“Los camiones militares están a la entrada de Nova Friburgo -el municipio más afectado por las lluvias donde murieron 274 personas- y los soldados esperan órdenes para partir”, informó un fotógrafo de la AFP.

Además de los militares, efectivos de la Defensa Civil, Policía Militar del Estado y Forestal están en Nova Friburgo.

“Rios que tenían dos metros de ancho se transformaron en torrentes de 100 metros”, observó la AFP.

El desastre natural ocurrido la madrugada del miércoles en la sierra de Rio ha provocado la muerte de al menos 610 personas en cuatro grandes municipios, en un saldo todavía provisional, ya que las búsquedas de los cuerpos bajo capas de escombros y lodo continúan.