Presiones sobre el piloto, deseo de aterrizar a toda costa pese a la espesa niebla: la responsabilidad del accidente del avión del presidente polaco Lech Kaczynski, en Rusia en abril pasado, recae exclusivamente en el lado polaco, según la investigación divulgada el miércoles.

“El informe es incompleto”, denunció Edmund Klich, representante polaco ante el Comité Intergubernamental de Aviación (MAK), la organización que agrupa a los países de la ex Unión Soviética que realizó la investigación sobre este accidente.

Klich lamentó que las conversaciones entre la torre de control de Smolensk (oeste de Rusia) y Moscú no hayan sido incluidas en el dossier.

Por su parte, el ministro del Interior polaco, Jerzy Miller, declaró que Varsovia no discutía “los reproches formulados a Polonia”, pero consideró que “las dos partes no estaban totalmente preparadas para ese vuelo”.

El MAK, que trabajó con los investigadores polacos, anunció sus conclusiones durante una conferencia de prensa en Moscú, y confirmó que la tripulación quiso aterrizar pese a que los controladores aéreos rusos consideraban muy malas las condiciones meteorológicas.

Tatiana Anodina, jefa del MAK, explicó que el avión intentó aterrizar a pesar de “múltiples informaciones sobre las condiciones meteorológicas, que no eran adecuadas”.

Pero destacó sobre todo que la tripulación no desvió el avión hacia otro aeropuerto debido a “presiones psicológicas” de parte de altos responsables polacos.

“La presencia en la cabina (de pilotaje) de altos responsables –el jefe de la Fuerza Aérea y el jefe del protocolo– así como una esperada reacción negativa de parte del principal pasajero (Lech Kaczynski) constituyeron una presión psicológica sobre la tripulación, influyendo en su decisión de proceder a un aterrizaje en condiciones inapropiadas”, declaró Anodina.

Sin embargo, no fue registrada por las cajas negras del avión ninguna orden directa de aterrizar por parte del presidente polaco, según el MAK.

La reconstitución del vuelo, cuya simulación fue mostrada el miércoles, indica que la tripulación ignoró las advertencias rusas y del sistema de alerta automática del avión, que indicaba “Pull up” (“Suban” en inglés) poco antes de que se estrellara el avión.

Anodina también denunció la formación “insuficiente” de los pilotos: “Las causas del accidente del avión Tu-154M (…) son debidas a significativas insuficiencias en la organización del vuelo y en la preparación de la tripulación”, subrayó.

Diez minutos después del anuncio por el primer piloto Arkadiusz Protasiuk de que no era posible por el momento aterrizar debido a las malas condiciones, se escucha al director del protocolo diplomático Mariusz Kazana: “el presidente no ha decidido aún lo que vamos a hacer”.

En Varsovia, el hermano gemelo del fallecido presidente y jefe de la oposición conservadora polaca, Jaroslaw Kaczynski, calificó el miércoles este informe de “desaire para Polonia”.

“Este informe es un desaire para Polonia”, dijo, en conferencia de prensa. “Ello es la consecuencia de haber dejado la investigación en manos de los rusos. El informe responsabiliza a los pilotos y a Polonia, de forma unilateral y sin pruebas. Muchas preguntas han quedado sin respuestas”, añadió.

El Tupolev 154 de fabricación rusa que llevaba al presidente Lech Kaczynski, a su esposa Maria Kaczynska y a otras altas autoridades polacas se estrelló el 10 de abril al intentar aterrizar, en medio de una espesa niebla, en Smolensk, en el oeste de Rusia. Todos sus ocupantes perecieron.

El presidente polaco debía asistir a las ceremonias del 70º aniversario de la matanza de 22.000 oficiales polacos prisioneros del Ejército ruso por la policía secreta soviética durante la Segunda Guerra Mundial en Katyn, cerca de Smolensk.