El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, consideró este lunes que el anuncio de alto el fuego permanente y verificable de la organización armada vasca ETA “rotundamente no” es lo que esperaba la sociedad española.

Pérez Rubalcaba | Wikimedia Commons

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“Si me preguntan si esto es lo que la sociedad española esperaba: rotundamente no. Dicho de otra manera, ¿esta es una mala noticia? No lo es, pero esta no es la noticia”, dijo el ministro Rubalcaba durante una rueda de prensa tras el anuncio de ETA al mediodía de este lunes.

“Todos los gobiernos de la democracia, todos los partidos políticos, hemos insistido una y otra vez en que el único comunicado que queremos leer es aquel en que ETA declare el fin y lo haga de manera irreversible y definitiva y es evidente que hoy una vez más no ha hecho eso que esperamos los partidos democráticos”, dijo Rubalcaba.

El número dos del gobierno español consideró que según el comunicado “es evidente que ETA quiere mantener su posición de tutela, de garante de una supuesta negociación o lo que es lo mismo que ETA sigue pretendiendo que el fin de la violencia tenga precio”.

“Por otra parte, no es menos evidente que se habla de una verificación internacional que el gobierno ha rechazado una y otra vez. En un Estado de derecho quien verifica son los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”, añadió.

El ministro del Interior reconoció, no obstante, que “si me preguntan ustedes, ¿está usted más tranquilo hoy que ayer?, honestamente les diría que sí”.

“Si me preguntan: ¿esto es el final?, les diría que no”, añadió Rubalcaba, que no admitió preguntas.

El ministro del Interior español reaccionó de esta manera al anuncio este lunes de ETA de decretar “un alto el fuego permanente y de carácter general, que pueda ser verificado por la comunidad internacional” en un comunicado en el diario vasco Gara, habitual canal de comunicación de la organización armada.

Responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de violencia por la independencia del País Vasco desde que en 1968 cometió su primer atentado mortal, ETA se encuentra desde hace varios meses bajo la presión de su ilegalizado brazo político, Batasuna, para que anuncie un alto el fuego en regla y verificable.

Ilegalizada desde 2003 por sus lazos con ETA, Batasuna confía en que un alto el fuego de ETA pueda ayudarlo a volver a la legalidad y presentarse a los comicios locales de la próxima primavera boreal, aunque Rubalcaba le hizo una advertencia.

“La ilegalizada Batasuna tiene dos opciones y sólo dos si quiere volver a la vida política: o ETA deja la violencia y lo hace de manera irreversible y definitiva y es evidente que hoy no estamos en esto, o bien Batasuna rechaza fehacientemente su relación con ETA y tampoco se ha producido esto”, dijo.