Los fanáticos de la pornografía están siendo tentados con sexo cibernético y relaciones virtuales mientras la industria de entretenimiento para adultos trata de sobrevivir en la era de Internet.

Emilian Robert Vico en Flickr

Emilian Robert Vico en Flickr

Videos enviados inalámbricamente a televisores, intimidad por control remoto y realidad aumentada (una mezcla de imágenes reales e inventadas) marcaron la tendencia de la exposición de entretenimiento para adultos que se cierra el domingo en Las Vegas.

Esos temas resonaron en el Salón de la Electrónica tras una maratón de exhibiciones de tecnologías extravagantes.

Productores de pornografía disponían de aplicaciones para enviar fotos y videos a teléfonos o tabletas. Proveedores de servicios en línea andaban en busca de de filmes en alta definición para Internet. Se ofrecían películas en 3D.

“Es absolutamente crucial estar al día con lo último de la tecnología. Si no te adaptas, te quedas atrás”, dijo Kim Kysar del estudio de películas para adultos Pink Visual.

Pink ofrecía un programa de sexo virtual que mostraba al usuario en una escena con la estrella porno Lexi Belle.

“Creo que es formidable”, dijo Belle a la AFP. “Si hubiera alguna forma de tener sexo con todos … (pero) como no la hay lo hago virtualmente”, comentó.

Todo lo que se necesitaba para un encuentro sexual virtual era una computadora conectada a Internet y una cámara web.

Pink también utilizó aplicaciones de iPhones para conectar a los visitantes con modelos que estaban en sus casas.

Modelos del sitio VSex.com mostraban un servicio que permitía dirigir un falo robotizado durante una relación íntima en línea con una mujer. Las sesiones de ese servicio cuestan 7 dólares el minuto.

“Es muy importante ser creativo con las tecnologías de Internet”, comentó la modelo de VSex modelo Dani Jensen. “Todos tratan de superarte, de modo que en este juego hay que estar siempre un paso adelante”, añadió.

La firma estadounidense Veebeam presentó equipos que permiten enviar inalámbricamente videos desde la computadora al televisor.

“Hay muchos contenidos convencionales y para adultos que son consumidos en las computadoras personales y hay un gran deseo de disfrutar esa experiencia en TV” dijo Patrick Cosson de Veebeam.

Un equipo para enviar videos regulares a la TV costaba 99 dólares. Para películas en alta definición el precio del sistema era de 139 dólares.

Veebeam exploraba formar alianzas con estudios de videos pornográficos para aprovechar las posibilidades que ofrece la Internet.

En la exposición se estrenó un equipo de 99 dólares que permite a cualquier persona vender en línea programas para aplicaciones pornográficas en computadoras y teléfonos.

“Mucha gente gustaría ser un magnate de la pornografía de manera que en una caja ofrecemos un almacén de aplicaciones porno”, Steve August de la empresa Sex App Shop.

Quienes abran esas tiendas personales se quedarán con más de la mitad de las ganancias mientras que Sex App Shop administrará los aspectos técnicos y ganara el resto.