‘Antofagasta mi ciudad, Antofagasta.’ Esta página del Dakar tiene un significado especial para mí, porque la competencia llega a mi tierra (perdonen la personalización del enunciado), una ‘Perla del Norte’ que ha crecido muchísimo en los últimos años y que genera en el que retorna los recuerdos de lugares, sentimientos y de personas, quienes compartieron la infancia, la época del conocimiento y encantamiento con la magia de la radio.

‘Por tu ventana miras al mar. Es la Portada’ El monumento de piedra construido a golpe de olas y viento -y muy cercano al campamento dakariano- fue la principal atracción de quienes aguardamos durante varias horas la llegada de los pilotos. Hubo tiempo para observarla y disfrutarla, como también la gran vista que otorga al Pacífico, al igual que la panorámica del camino al balneario Juan López (uno de los fundadores de la ciudad), mientras en las afueras del bivouac se agolpaba la gente para observar el paso de los vehículos.

‘Antofagasta echa a volar todos tus sueños’. Francisco López encontró aquí el punto exacto a su Aprilia para llegar a su primer triunfo en una especial de esta versión 2011, al igual que lo hiciese en 2010, en una victoria que era necesaria para el ánimo de ‘Chaleco’ y para ratificar la certeza de su estrategia de atacar en terreno nacional, aunque sigue dando vueltas aquella manguera que se cortó en Jujuy, que le podría haber dado una mayor cercanía con los líderes y la opción de llegar a pelear el segundo puesto.

Al recortarse la etapa casi un 70%, uno podría comenzar a suponer muchísimas cosas, pero hay dos principales para marcar: ¿Habría perdido tanto tiempo si no se le cortaba el tubo de escape? (Tenía distancia por sobre los 4 minutos ante Coma y Despres, que terminó siendo de dos minutos y medio, donde reguló el ritmo por el percance) y ¿A mayor distancia, mayor diferencia? (Hay que sumar allí lo ocurrido del tubo de escape), pero la situación hubiese sido más prometedora con miras a lo de mañana.

Una etapa de 508 kilómetros (la más extensa en territorio nacional) en la que las dunas se harán presente (algo que complicó y demoró a Eliseo Salazar), las quebradas tendrán gran importancia y en donde la navegación será clave, ya que junto al circuito copiapino y el retorno a Argentina por Fiambalá serán las últimas opciones para quemar cartuchos para quienes quieran acercarse a las posiciones de los pilotos de KTM.

Cae la noche en el Norte Grande (en un atardecer digno de ser visto en grata compañía) y la brisa costera sorprende a aquellos que visten ropas de verano y desconocen el clima de la ciudad. Otros, caminamos y la reconocemos desde la distancia que brinda La Portada, cantando aquellas letras que se escucharon durante muchos años en las mesas nortinas: ‘Antofagasta mi ciudad….’