Luego del día de descanso en Arica, donde pude compartir con pilotos, asistentes, periodistas y viejos amigos, la mejor noticia fue el triunfo de Francisco “Chaleco” López en la etapa Arica-Antofagasta. Felicitaciones para él, que logró el quinto triunfo de su carrera “dakariana”, confirmando que Chile le viene bien.

Buen anticipo de “Chaleco” para lo que viene: dos etapas durísimas, en las que la fortaleza física de los pilotos, la puesta a punto de las máquinas y la habilidad para navegar, serán determinantes para enfrentar un desierto que ofrecerá una ruta llena de contrastes y dificultades.

Otro actor que se suma en las etapas de regreso hacia la Argentina de la caravana del Dakar, es el desgaste físico y mental de los corredores, lo que contribuye a que las dificultades de esta prueba extrema, sean aún mayores. El cansancio pasa a ser factor, para algunos puede sumar y para otros restar.

Es en estas etapas donde los pilotos de punta buscarán marcar diferencias. “Chaleco” señaló en Arica que ahora empezaría su ataque, definiendo una nueva estrategia de carrera. Pero atención: esto no significa ir a fondo y tomar riesgos temerarios. Lo que quiere decir el crédito chileno, es que no escatimará esfuerzos por mejorar su rendimiento.

Él mismo señaló que hasta ahora a entregado el 80% de sus posibilidades. Desde esta parte de la competencia, se jugará a fondo, al 100%. Bien pensado, porque en etapas largas, duras y complejas, en un terreno que conoce bien, puede descontar tiempo a Marc Coma y Cyril Despres, estacionados por sobre “Chaleco” en la clasificación general.

Todo el mundo sabe que el Dakar es duro, pero la vivencia de correrlo es difícil de comparar con cualquier otra experiencia en la vida. Para mí es más complicado tener que verlo desde afuera. La carrera uno “la vive”, etapa por etapa.

Cada día es un desafío especial y se enfrenta como si fuera el último, pero sin dejar de pensar en la jornada siguiente y en el objetivo final, que está ubicado en la meta de Buenos Aires. Terminarlo bien, es un triunfo. Estar en el podio, es una proeza para la que sólo unos pocos están preparados. Por eso la lucha por la punta es tan cerrada.

Las posibilidades de un piloto de punta, comparadas con las de los demás, son imposibles de equilibrar. Fundamentalmente, el apoyo de los equipos marca la gran diferencia. Por esta razón, para muchos, terminar es un logro enorme. O meterse entre los treinta primeros, es un verdadero triunfo.

Por ello, valoro la participación de los pilotos chilenos que están presentes en esta versión 2011 del Dakar, que han sido capaces de estar ahí, a pulso, con esfuerzos personales y familiares enormes, cumpliendo, la mayoría de ellos, actuaciones destacables, pese a todos los inconvenientes que el rally más extremo del mundo, impone en los caminos de cada uno de ellos.