La enorme cantidad de metano liberado en el Golfo de México el año pasado en el peor derrame petrolero de la historia estadounidense fue ingerida por bacterias en cuatro meses, según un estudio científico publicado el jueves.

El metano representaba 20% de la enorme columna de petróleo que escapó de un pozo roto a 1.600 metros de profundidad frente a las costas de Luisiana, luego de la explosión el 20 de abril de la plataforma Deepwater Horizon, operada por la petrolera BP.

El derrame finalmente fue tapado el 15 de julio, luego de liberar millones de galones de crudo a las aguas del Golfo.

“El metano estaba completamente consumido para principios de septiembre (…) Ocurrió muy rápidamente y eso fue una sorpresa”, dijo a AFP el geoquímico David Valentine, de la universidad de California Santa Barbara.

Valentine, uno de los principales autores del estudio publicado en la edición del jueves de la revista Science, dijo que la rápida “digestión” del metano por bacterias muestra el importante papel de los microorganismos en la prevención de los gases de efecto invernadero.

“Tienen una importante función y, como vemos aquí, bajo ciertas condiciones estas bacterias pueden ser muy efectivas para prevenir que el metano alcance la atmósfera”, agregó.