El jefe de la Unidad de Geriatría de la Clínica Alemana, doctor Eric Blake, dijo que en esta época estival hay que intensificar la protección solar a los adultos mayores dado que la piel de ellos es más frágil, delgada y seca.

“Además, agregó, su capacidad de pigmentación es baja, debido tanto al efecto del envejecimiento como a toda la exposición a los rayos ultravioletas acumulada durante la vida”, sostuvo.

El facultativo expresó que “con la edad, la piel se vuelve menos efectiva como aislante térmico y tiene una menor sensibilidad, lo que la hace más vulnerable a los efectos nocivos del sol”.

Se recomienda usar bloqueadores solares con factor no inferior a 20. Del mismo modo, se deben utilizar lentes de sol y un sombrero que cubra adecuadamente el cuero cabelludo, más el uso de cremas o lociones humectantes para la piel, y beber suficiente líquido para mantener la hidratación.

“No se debe esperar tener sed para hacerlo porque, el organismo del adulto mayor no reacciona a la deficiencia de líquido como en los jóvenes, por lo que la sed suele ser una señal tardía en la tercera edad”, explicó el especialista.

En cuanto a los baños en el mar, piscinas o ríos, es recomendable que sean cortos, porque los adultos mayores tienen mayor tendencia a la hipotermia.

En caso de aguas calientes, como las termas, tampoco es conveniente permanecer por periodos largos y menos pasar bruscamente del agua caliente a la fría como suele verse, porque el cambio brusco de temperatura no aporta ningún beneficio e incluso puede provocar espasmos coronarios.