Dos organizaciones de defensa de derechos humanos pidieron a la justicia española, que investiga presuntas torturas en la prisión estadounidense de Guantánamo (Cuba), la comparecencia del general estadounidense Geoffrey Miller, encargado de ese centro de 2002 a 2004.

El centro estadounidense para los Derechos Constitucionales (CCR) y el European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR) pidieron a un juez español “emitir una orden judicial de comparecencia para que se declare como imputado a Geoffrey Miller”, según la denuncia.

Relacionan al general con “un plan autorizado y sistemático de tortura y malos tratos sobre personas privadas de su libertad sin cargo alguno y sin los elementales derechos de todo detenido”.

“Miller puso en práctica técnicas diseñadas para ‘ablandar’ a los detenidos, entre otras impedirles conciliar el sueño, ampliarles los lapsos de aislamiento, forzarlos a permanecer de pie o acurrucados en ‘posiciones de extrema tensión’, desnudarlos a la fuerza y exponerlos a calor o frío extremos”, estiman.

Más tarde, en enero de 2003, el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, “revocó la autorización que había otorgado para las técnicas más controvertidas, aunque bajo el mando del general Miller en Guantánamo, tales técnicas se siguieron usando en ciertos casos”, añaden.

En 2009, el juez español Baltasar Garzón inició una investigación sobre presuntas torturas en Guantánamo, tras una denuncia de cuatro ex presos de ese centro, entre ellos el español Hamed Abderramán Ahmed.

La justicia española puede juzgar hechos cometidos fuera de España en el marco de la jurisdicción universal si no se ha iniciado una investigación al respecto en otro país y si, además, los autores de los hechos o bien las víctimas son españoles o si hay “algún vínculo de conexión relevante con España”, que no se especifica.