El gobierno boliviano alista un plan fronterizo para detener el creciente contrabando hacia países vecinos de productos como el diésel y la gasolina, delito que provocó a fines del año pasado un draconiano aumento de precios de los combustibles, informaron el jueves fuentes oficiales.

El Gobierno decretó en diciembre un alza de hasta 83% en los precios de gasolina y diésel -que después revocó ante protestas sociales-, señalando que, de los 380 millones de dólares de la subvención anual a los combustibles, 150 millones se van de contrabando a países vecinos como Brasil, Perú, Argentina, Chile y Paraguay.

El presidente Evo Morales señaló igualmente que ese contrabando es muy difícil de combatir.

Del plan interinstitucional contra el contrabando -cuya fecha de ingreso en vigor no fue comunicada- intervendrán además de la Policía aduanera, las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Hidrocarburos y la estatal petrolera YPFB, anunció la directora de la Aduana nacional, Marlene Ardaya.

Ardaya dijo que para el efecto “hemos pedido 130 efectivos más para el COA (Control Operativo Aduanero)”, que funciona en toda Bolivia con apenas 120 efectivos.

El vicecomandante del COA, Rómulo Delgado, identificó a las regiones andinas de Desaguadero (frontera con Perú), Challapata y Sabaya (en la ruta a Chile) por donde los contrabandistas operan impunes con el apoyo de la población.

Además de gasolina y diésel, el contrabando de cilindros de GLP (gas licuado, de uso doméstico) y de comestibles como azúcar y harina son prácticas normales en las fronteras bolivianas con sus cinco países vecinos.

Sólo en las últimas tres semanas de noviembre, la estatal YPFB anunció el decomiso de casi medio millón de litros de diésel boliviano en la frontera con Perú.

El precio del litro de diésel en Bolivia equivale a 50 centavos de dólar y vendido en fronteras supera los 3 dólares, mientras que los cilindros de gas licuado de petróleo de 10 kg está en 3,2 dólares y es negociado hasta en 20 de la moneda estadounidense.

Bolivia y Perú comparten una frontera común de 1.131 km.