Un tunecino, Mohamed Buzazizi, que se prendió fuego en Túnez el 17 de diciembre pasado, desesperado porque la policía no lo dejaba trabajar, falleció el martes en la noche, anunció el miércoles en París la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).

El gesto de Buzazizi desencadenó una ola de manifestaciones en varias ciudades de Túnez, en las cuales resultaron muertos dos manifestantes por disparos de las fuerzas de seguridad.

Mohamed Buzazizi “murió el martes a las 19:00 horas”, declaró Souhayr Belhassen, presidenta de la FIDH, cuya sede se encuentra en París.

La noticia fue confirmada por la familia de Mohamed Buzazizi y anunciada también por por el Comité para el respeto de las libertades y los derechos humanos en Túnez.

Buzazizi, 26 años, vendedor ambulante de frutas y legumbres, intentó suicidarse el 17 de diciembre en Sidi Buzid (centro de Túnez) después de que la policía la confiscara su mercancía por no contar con un permiso de trabajo.

El 24 de diciembre pasado, en Menzel Buzayane, a 60 km de Sidi Buzid, resultó gravemente herido de bala un manifestante, Chawki Hidri, 43 años, que falleció cinco días después.

En 24 de diciembre, en la misma manifestación, un estudiante de 25 años, Mohamed Amri, había muerto de dos balas en el pecho.

“Es necesario que se lleve a cabo una investigación o que una comisión nacional determine las causas y las soluciones a esta protesta social que ha tomado formas trágicas”, señaló Souhayr Belhassen.