El presidente Barack Obama deberá gobernar a partir de esta semana con un nuevo Congreso dominado por la oposición republicana, que ya prometió complicarle la segunda parte de su mandato e intentar evitar su reelección.

Como consecuencia de la derrota sufrida por los demócratas en las legislativas de noviembre, el Partido Republicano goza ahora de mayoría en la Cámara de Representantes y tiene una minoría capaz de bloquear las medidas que se aprueban en el Senado.

Sin embargo, Obama consiguió recuperarse del fracaso en las urnas con la aprobación de varias leyes fundamentales para su gobierno.

El presidente estadounidense consiguió promulgar un nuevo compromiso fiscal, cambiar la ley que impedía a los militares homosexuales revelar su condición y ratificar el nuevo tratado de desarme nuclear START con Rusia.

Pero la nueva fase de su mandato presidencial empieza el próximo miércoles, con el inicio de un Congreso con nueva composición.

Obama deberá ser ágil en las negociaciones con la oposición si quiere llegar con chances a las presidenciales de 2012.

Los republicanos harán cualquier cosa para impedírselo: el líder de la minoría en el Senado, el congresista Mitch McConnell, ha advertido ya que su principal objetivo será impedir que Obama opte a la reelección.

El partido republicano atacará, en primer lugar, la reforma del sistema de salud, uno de los puntos fuertes del programa electoral de Obama en 2008, la cual esperan anular en la Cámara de Representantes este mismo enero, incluso antes del tradicional discurso presidencial a fines de mes.

“Si conseguimos aprobar esta medida, habrá muchísima presión para que el Senado haga lo mismo”, estimó el domingo el diputado republicano Fred Upton. “A continuación, atacaremos esta legislación punto por punto”.

La deuda pública y el déficit presupuestario se convertirán en el otro gran “campo de batalla” entre ambos partidos.

El congresista republicano Darrell Issa criticó “la burocracia” y el “despilfarro” de la administración Obama en una entrevista concedida a la cadena CNN, y anunció una serie de iniciativas para reducir el gasto.

“El presidente se toma muy en serio la reducción del déficit”, respondió al mismo canal Tim Kaine, líder del partido demócrata.

Según Kaine, Obama presentará su propio plan. “Ya veremos si los republicanos están realmente dispuestos a reducir el tamaño del gobierno. No lo estaban durante la administración Bush”, explicó.

Por su lado, Obama ha manifestado que espera encontrar un terreno de entendimiento con los republicanos y ha previsto “una serie de sacrificios compartidos por todos los estadounidenses”.

“No soy ingenuo. Sé que habrá batallas difíciles en los próximos meses”, señaló hace unos días el presidente. Mientras, la prensa local asegura que Obama cambiará a una parte de sus colaboradores para reforzar su equipo.