Más de 1.000 criaderos de pollos, pavos y puercos en Alemania suspendieron sus suministros tras detectar la presencia de dioxinas, indicaron el lunes las autoridades alemanas.

“Esto va a durar varias semanas para efectuar los controles de contaminación con dioxina. Pero la protección del consumidor es lo prioritario”, indicó el portavoz del ministerio de Agricultura del Estado regional de Baja Sajonia (centro), donde están situadas la mayor parte de los criaderos.

Los criaderos involucrados recibieron alimentación para animales del fabricante Harles & Jentzsch, instalado en Uetersen en el norte del país.

Según la Federación de agricultores alemanes (DBV), Harles & Jentzsch recibió ácido contaminado de dioxina de un comerciante holandés, que lo recibió a su vez de un fabricante alemán de biodiesel situado en Emden (Norte de Alemania).

Las dioxinas son residuos formados regularmente por combustiones, industriales o naturales, y fueron clasificados como substancia cancerígena por la Organización Mundial de la Salud.