A 10 meses del terremoto, una familia aún habita el cerro Caracol en el Parque Ecuador. Entre nailons y colchonetas, se las arreglan para paliar las lluvias y el calor. El municipio de Concepción asegura que se les han dado todas las posibilidad para salir de ahí pero que ellos se niegan.

¡Increíble pero cierto! Han pasado 10 meses del terremoto y aunque las autoridades decretaron que se terminó la etapa de emergencia y comenzado la reconstrucción en el Bío-Bío, una familia de Concepción habita en una improvisada choza en el cerro Caracol, en las proximidades del Parque Ecuador.

Padre, madre, un hijo de 20 años y una muchacha de 18 embarazada, pasaron el invierno, primavera y verano entre nailons, cartones y arbustos.

Ariel Pasmiñio, el hermano mayor, explicó que su casa resultó quemada en marzo después de la catástrofe y como el terreno no es suyo, no pueden instalar una mediagua. Además expresó que es muy poca la ayuda que han recibido por parte del municipio, sólo colchonetas, frazadas y un caja con alimentos.

Nancy Pasmiñio, la madre, está cansada de recorrer cerca de 2 kilómetros en busca de agua para asearse, cocinar y lavar ropa. Además de no tener acceso a baño, por lo que hacen sus necesidades al aire libre en las cercanías de la choza.

La municipalidad de Concepción informó que estan al tanto de la situación y que se les han dado todas las facilidades para que tengan un casa que habitar. Sin embargo el municipio no cuenta con terrenos para darle, por lo que no tienen donde instalarle mediaguas. Les han ofrecido incluso realizar gestiones con el edil de San Pedro de la Paz, pero no quieren salir.

La familia Pasmiñio vivía en el sector Pedro de Valdivia Bajo, cancha la Huracán, y los vecinos no desean que vuelvan al lugar por las interminables fiestas y desórdenes que provocaban.

Mientras tanto el núcleo sigue tratando de seguir adelante, entre perros vagos y piso de tierra, en espera de una vida más digna.