El papa Benedicto XVI pidió el sábado a los dirigentes de todo el mundo que defiendan a los cristianos contra los abusos y las intolerancias religiosas, tras el atentado contra una iglesia copta de Alejandría, Egipto, que causó 21 muertos.

Frente a las “tensiones amenazantes del momento, frente (…) a los abusos y a las intolerancias religiosas, que golpean hoy en particular a los cristianos, una vez más invito en forma apremiante a no ceder al desaliento y a la resignación”, dijo el Papa en la misa del primer día del año celebrada en la Basílica de San Pedro.

Se trata de una “misión difícil” para la cual “no alcanzan las palabras”, dijo el Papa.

Se necesita “el compromiso concreto y constante de los responsables de las naciones”, agregó Benedicto XVI durante la misa.

“La humanidad no puede mostrarse resignada ante la fuerza negativa del egoísmo y de la violencia, no debe acostumbrarse a los conflictos que provocan víctimas y ponen en peligro el porvenir de los pueblos”, declaró el Papa en su homilía.