El presidente venezolano, Hugo Chávez, y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, conversaron sonrientes y se dieron la mano -pese a la actual tensión diplomática-, en la investidura de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, confirmaron diversas fuentes.

“Apareció la señora Clinton, la secretaria de Estado, ella estaba muy sonreída, muy contenta, yo también, nos saludamos y hablamos algunas cosas”, dijo Chávez a la televisora estatal venezolana VTV desde la Base Aérea de Brasilia antes de abordar un avión de retorno a su país.

La conversación ocurrió en el momento en que la presidenta Rousseff recibía a las autoridades internacionales que viajaron a Brasil para su investidura.

El primer ministro de Portugal, José Sócrates, habló con Clinton y Chávez durante breves minutos, y luego se les sumaron los presidentes de Chile, Sebastián Piñera -a quien Clinton saludó calurosamente-, y de Colombia, Juan Manuel Santos. Fotógrafos de la AFP tomaron imágenes de los cinco sonriendo.

En ese momento, Chávez le tendió la mano a Clinton, y ella correspondió.

“Fue un rato ameno, pero aprovechamos y hablamos dos o tres cosas puntuales”, agregó el mandatario venezolano, sin dar más detalles y resaltando el interés de Santos, Socrates y Piñera en ayudar a mejorar las relaciones entre Washington y Caracas.

“Conversaron y sonreían, al menos por unos cinco minutos. Se veía como una conversación social, ambos estaban sonrientes”, dijo a la AFP una fuente del gobierno brasileño que estaba en el lugar, y que pidió el anonimato.

Después, Clinton fue a saludar y tomarse una foto con Rousseff, e inmediatamente a su lado, el siguiente en saludar a la presidenta brasileña y tomarse la foto con ella fue Chávez, según mostraron las cámaras dentro del palacio presidencial.

Venezuela informó el miércoles que Estados Unidos revocó la visa de su embajador en Washington, Bernardo Álvarez, una medida que el Departamento de Estado consideró “apropiada, proporcional y recíproca” al rechazo a su embajador designado en Caracas, Larry Palmer.

El martes, Chávez había encendido de nuevo la polémica, que duraba meses, al retar a Washington a “cortar relaciones diplomáticas” con su país, si no aceptaban su decisión “irrevocable” de vetar a Palmer.

Estados Unidos, que diariamente compra a Venezuela casi un millón de barriles de petróleo, reconoce tener con el gobierno de Chávez la “relación más difícil” de toda la región, al punto de que no han evidenciado mayores avances desde la llegada al poder en Washington de Barack Obama.