La mayoría de las 1.215 mujeres consultadas por la “Encuesta de Percepción de Situación y Condiciones de Vida de las Mujeres Humanas 2010” en cuatro regiones del país, cree que la violencia contra la mujer no es un problema privado (78%), que es grave (93%) y que ha aumentado o se ha mantenido (89%).

Ophelia Cherry en Stock.xchng

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Carolina Carrera, Presidenta de Corporación Humanas señaló que “nos parece que en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y luego de que el movimiento de mujeres lograra que la violencia que se ejerce en el espacio doméstico contra las mujeres (por parte de sus parejas o ex parejas) fuese tipificada como delito y no sólo como una falta, se requiere reforzar que quien comete violencia contra las mujeres es un delincuente”.

Asimismo, destaca en relación a la responsabilidad social de realizar una denuncia, que un 77% de las mujeres encuestadas señaló que si viese o escuchase violencia de pareja en la casa de una vecina lo denunciaría.

Las mujeres encuestadas señalaron, en su gran mayoría (78%), estar en desacuerdo con la idea de que la violencia hacia su género en las relaciones de pareja es un problema privado y que, por lo tanto, atañe sólo a quienes la sufren.

Aquellas que manifestaron participar activamente en una organización o grupo tienden a estar más en desacuerdo con la idea de que la violencia es un problema privado, que aquellas que declaran participar de forma pasiva.

Al indagar también en la importancia que como problema le asignaban a la violencia hacia las mujeres en las relaciones de pareja, 93% de las mujeres encuestadas se declaró en “desacuerdo” o “muy en desacuerdo” con la afirmación “la violencia hacia las mujeres en las relaciones de pareja es un problema menos grave de lo que parece”.

Entre las mujeres que no trabajan remuneradamente la percepción de gravedad de la violencia contra el género es mayor que entre aquellas que trabajan remuneradamente (92% y 85% respectivamente), diferencia que es posible explicar porque el trabajo remunerado y la autonomía económica de las mujeres constituye un factor de protección contra la violencia.

Esto se reafirma al consultar a las encuestadas cómo percibían la evolución de la violencia hacia las mujeres: 89% cree que ha aumentado o se ha mantenido. Al respecto, las mujeres que trabajan remuneradamente manifiestan en mayor proporción que sus pares que no trabajan renumeradamente que la violencia se ha mantenido, mientras que las mujeres que no trabajan remuneradamente manifiestan en mayor proporción que ésta ha aumentado.

Por otra parte, un 76% de las encuestadas está de acuerdo con la afirmación “la violencia hacia las mujeres en las relaciones de pareja es un problema que afecta a todas las mujeres porque es una expresión extrema del machismo”.

En general, no se observan variaciones significativas entre las mujeres indígenas y no indígenas en el tema de la violencia hacia las mujeres, a excepción de que las mujeres indígenas están en menor grado de acuerdo (55%) con la circunscripción del problema de la violencia “a unos pocos enfermos mentales”, respecto de las mujeres encuestadas no indígenas (65%).