La aspirante oficialista Dilma Rousseff, apuntada por todos los sondeos como franca favorita para vencer el segundo turno de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil, votó en una escuela en la ciudad de Porto Alegre (Rio Grande do Sul, sur).

Todos los sondeos de intención de voto le atribuyen a Rousseff una enorme ventaja sobre su adversario, el socialdemócrata José Serra, y calculan una diferencia de entre 10 y 14 puntos porcentuales en favor de la ex jefa de gabinte del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Poco antes de votar, Rousseff participó de un desayuno con dirigentes políticos aliados y a la salida de ese encuentro dijo a la prensa que esperaba “con confianza el resultado del voto de hoy”.

Economista de 62 años, Rousseff llegó a la escuela donde está empadronada acompañada por el gobernador electo de Rio Grande do Sul, Tarso Genro, y de una verdadera legión de fotógrafos y camarógrafos, además de una columna de sus seguidores con banderas y pancartas.

Rousseff y Genro integraron durante varios años el gobierno de Lula, él como ministro de Justicia y ella como Jefa del Gabinete Ministerial.

En total, más de 135 millones de brasileños deben votan este domingo en el segundo turno de las elecciones para escoger escoger al sucesor del carismático Lula, además de los gobernadores de ocho estados y del Distrito Federal.