Unos 135 millones de brasileños retornan este domingo a las urnas para escoger, en segundo turno de elecciones presidenciales, al sucesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en comicios que muestran un cómodo favoritismo de la oficialista Dilma Rousseff.

Los comicios fueron oficialmente abiertos con la habilitación de los puestos de votación en prácticamente todo el país, con excepción de dos estados de la región centro oeste, que arrancarán una hora más tarde, y cuatro en la región norte, que tienen dos horas de diferencia con Brasilia.

“Los informes que recibimos de los Tribunales Regionales indican que todo está en orden y como programado. Las urnas ya están abiertas”, dijo a la AFP una portavoz del Tribunal Superior Electoral (TSE).

Tres sondeos de intención de voto divulgados el sábado, luego del fin de las campañas partidarias, indican que la ex ministra Rousseff es franca favorita, con una ventaja de entre 10 y 14 puntos porcentuales sobre el opositor socialdemócrata José Serra.

En el primer turno de las elecciones, realizado el 3 de octubre, Rousseff también parecía encaminarse a una tranquila victoria pero los sondeos no previeron la fuerza del voto religioso, que se orientó a la ecologista Marina Silva, tercera colocada, y forzó la realización del balotaje.

Así, en el primer turno Rousseff consiguió 46,91% de los votos, poco menos de tres puntos porcentuales menos de lo que precisaba para liquidar el pleito. Serra terminó con 32,61% de los votos.

Como Brasil utiliza en todo el país un dispositivo electrónico de voto llamado ‘urna electrónica’, el TSE prevé que tendrá condiciones de anunciar el resultado de las elecciones presidenciales ya antes de la medianoche de domingo.

Rousseff cerró el sábado su campaña con una marcha por un barrio popular de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sudeste), durante la que se comprometió a trabajar por un Brasil unido: “voy a trabajar por todos los brasileños sin excepción”, dijo.

En tanto, Serra también estuvo en Belo Horizonte el sábado aunque en un barrio de clase media y posteriormente realizó una caminata por el centro de la ciudad.

Ante sus seguidores, Serra relativizó los avances sociales y económicos que se adjudica el actual gobierno: “no fueron obra de un hombre, un partido o un solo gobierno”, afirmó, aludiendo al gobierno de Fernando Henrique Cardoso, del que fue ministro.

“Todo indica que la candidata Rousseff deberá ser electa presidente. Existe una convergencia de números en los institutos de sondeos y además hubo una consolidación de votos, y eso redujo el númeo de indecisos”, había dicho a la AFP en la víspera el politólogo Guilherme Carvalhido, de la Universidad Vega de Almeida.

Para el instituto de sondeos Sensus, la ventaja de Rousseff sobre Serra es de 14,4 puntos porcentuales, diferencia que DataFolha calculó en 10 puntos. Para el instituto Ibope, la diferencia a favor de Rousseff es de 12 puntos.

Además del presidente de la República, los brasileños deben escoger este domingo en segundo turno a los gobernadores de ocho estados y del Distrito Federal, donde está localizada Brasilia, la capital del país.

Los tres principales centros políticos del país, los estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais, ya liquidaron la factura en la primera vuelta, con la elección de Gerardo Alckmin, Sergio Cabral y Antonio Anastasia, respectivamente.

De esa forma, habrá elecciones para gobernadores en los estados de Alagoas, Pernambuco, Piauí, Goiás, Pará, Amapá, Roraima y Rondonia, además del Distrito Federal.