Las 12 refinerías de Francia reanudarán sus actividades después de que, de forma paulatina, sus trabajadores aprobaran el fin de la huelga contra la reforma de la jubilación que amenazó con paralizar el país, según periodistas de la AFP y fuentes sindicales.

Los trabajadores de las refinerías de Donges (oeste), Feyzin (centro-este) y Grandpuits (periferia de París), se pronunciaron la tarde del viernes a favor de la reanudación de las actividades, paralizadas desde hace diez y 15 días, según los casos.

Los trabajadores aprobaron levantar el bloqueo del puerto petrolero de Fos-Lavera, cerca de Marsella (sudoeste), que mantenían desde el 27 de septiembre, por reclamos sectoriales así como contra la reforma de la jubilación impulsada por el presidente conservador francés Nicolas Sarkozy.

Justamente la huelga en Fos-Lavera seguía siendo el último obstáculo a la producción de carburante en seis refinerías del sur de Francia.

Horas antes, un portavoz de la petrolera francesa Total, que cuenta con seis refinerías, había anticipado que para la tarde del viernes “todas las plantas deberían haber puesto fin al movimiento” de huelga.

Total estimó en “cinco a seis millones de euros por día” las pérdidas ocasionadas por la medida de fuerza.

Las refinerías frenaron sus actividades a partir del 13 de octubre pasado, luego de que los trabajadores decidieran prolongar la huelga iniciada el día anterior, en el marco de la movilización social contra la reforma de las pensiones que aumentará de 60 a 62 años la edad mínima de la jubilación.

La polémica reforma, que sacó a millones de franceses a las calles en siete ocasiones desde principios de septiembre, fue aprobada definitivamente el pasado miércoles por el Parlamento francés. Sarkozy podría promulgarla antes de fines de noviembre.