Los electores californianos decidirán el 2 de noviembre próximo si quieren hacer de su Estado uno de los territorios más progresistas del mundo, al pronunciarse en un referendum sobre la legalización global del cultivo, el comercio y el consumo de marihuana.

En un Estado donde el cultivo y la venta del cannabis con fines medicinales es legal desde 1996, la Proposición 19 permitirá a los californianos mayores de 21 años poseer hasta una onza (28,35 gramos) de marihuana y cultivar una superficie máxima de 2,34 metros cuadrados.

El cultivo a gran escala y la comercialización del cannabis -y su carga tributaria- también sería aprobada, pero su puesta en práctica quedaría a discreción de las ciudades y los condados.

Esta última disposición convertiría a California en “la jurisdicción política de vanguardia en términos de legislación de la marihuana”, delante de Holanda, dijo a la AFP Ethan Nadelmann, director de la Drug Policy Alliance, una asociación que milita por la despenalización de las drogas.

La “Prop 19″, como es conocida, cuenta con apoyo de políticos, sindicatos y asociaciones de defensa de los derechos civiles y particulares, entre quienes se encuentra el multimillonario George Soros, que ofreció el martes pasado un millón de dólares a quienes impulsan este proyecto.

En una carta abierta, el filántropo repitió los principales argumentos de los defensores del texto de ley, al afirmar que “regular y aplicar impuestos a la marihuana puede a la vez economizar las contribuciones de millones de dólares destinados a las fuerzas del orden y las costosas incineraciones, y a su vez reportar millones de dólares cada año” al erario público.

La ley “no va a traer inmediatamente miles de millones de dólares en ingresos y no arrancará de cuajo a los cárteles mexicanos de la droga, pero sería un gran paso en esa dirección”, dijo Nadelmann.

Pero a pesar de este apoyo, una reciente encuesta dio al “no” como ganador (49% contra 44%), después de meses en que el “sí” estuvo por delante en las encuestas.

Es que también los opositores al proyecto de ley son numerosos, tanto a nivel local como internacional.

En California, los principales candidatos a los puestos de gobernador, senador o secretario de Justicia se oponen al texto que legalizaría el consumo y cultivo de marihuana. Y el ministro de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, advirtió que “considerará todas las opciones jurídicas y políticas” para contrarrestar sus efectos en caso que se adopte el texto.

También se han escuchado voces muy fuertes en contra más allá de las fronteras de California.

El martes pasado, durante una cumbre en Colombia, autoridades de diez países latinoamericanos expresaron su profunda preocupación sobre ese proyecto de ley al señalar que Estados Unidos no puede al mismo tiempo “promover la criminalización de tales actividades en otros países y permitir la legalización de la producción de drogas, abierta o veladamente en su propio territorio”.

De acuerdo con estadísticas federales, algo menos del 7% de los 37 millones de californianos fuma marihuana al menos una vez al mes.