Una declaración del Papa diciéndoles a los obispos brasileños que tienen el deber de expresarse contra el aborto devolvió el polémico tema religioso a la campaña presidencial de Brasil, a tres días de la elección que definirá al sucesor de Luiz Inacio Lula da Silva.

Benedicto XVI afirmó tajantemente que los sacerdotes tienen el “deber de emitir un juicio moral, incluso en política” y condenó los proyectos políticos “que contemplan abiertamente o de forma oculta la despenalización del aborto”, este jueves en el Vaticano, cuando recibía a obispos brasileños.

La declaración del Papa sustenta la posición de los obispos de Brasil que la semana pasada declararon que los sacerdotes tienen el derecho y “hasta el deber de orientar a los fieles de sus diócesis según su conciencia” y siempre contra la despenalización del aborto.

Tres obispos pidieron abiertamente a los fieles brasileños que no voten a la oficialista Dilma Rousseff, a quien consideraron la candidata de “la muerte”.

En el país con mayor número de católicos del mundo, la elección brasileña ha estado inmersa en una guerra cruzada de acusaciones sobre religión y aborto, y en la primera ronda electoral a inicio de mes la candidata del gobierno sufrió un éxodo de electores religiosos e iglesias que la vetaron por haber defendido la despenalización del aborto en una entrevista hace varios años.

Poco afectado por la polémica, el candidato opositor José Serra defendió las palabras del Papa. “Es un líder espiritual mundial de la Iglesia Católica y tiene pleno derecho de emitir sus directrices y orientaciones a los católicos del mundo”, especialmente en la “defensa de la vida”, “es bueno escuchar eso”, dijo Serra a la prensa mientras hacía campaña en el centroeste del país.

En Brasilia, Rousseff aprovechó para repetir, como lo hizo hace dos semanas en una carta a las Iglesias, que se opone a despenalizar el aborto. “Es la posición del Papa y tiene que ser respetada”, dijo, y añadió “yo personalmente soy contraria al aborto. Pero sé que cada dos días muere una mujer en esa circunstancia y no creo que alguien recomiende que se encarcele a esas miles de mujeres” que practicaron abortos ilegalmente.

“El tema religioso y del aborto se agotó en las últimas semanas de campaña, los sacerdotes ya dijeron lo que tenían que decir a sus fieles. Incluso con las declaraciones del Papa ahora, no creo que ese tema tenga ya el impacto de revertir la elección”, evaluó a la AFP el consultor Rodolfo Teixeira.

En plena cuenta atrás para las elecciones del domingo, la candidata de Lula, de 62 años, parte con ventaja de hasta 15 puntos porcentuales en las encuestas sobre el socialdemócrata Serra, de 68 años.

La encuestadora Sensus atribuyó el miércoles la recuperación de Rousseff tras el impacto que sufrió con la polémica del aborto, a que la campaña comenzó a dejar de lado el debate religioso y entraron temas de economía y política que favorecen a la candidata de Lula, que deja un país en buen crecimiento económico y 29 millones menos de pobres.

Los candidatos se volcaron el jueves a preparar sus últimas comparecencias públicas, en un inusual día de cierre de campaña sin grandes actos.

Segundo en las encuestas, pero que semanas atrás mostró capacidad de recuperar votos, el ex gobernador del industrial Sao Paulo, Serra, intensificó sus visitas a ciudades del segundo colegio electoral del país, el estado de Minas Gerais.

La ex ministra tenía en la agenda de este jueves apenas una reunión con representantes petroleros en Brasilia.

Lula canceló un gran evento de campaña en el nordeste a favor de su delfina, para viajar a Argentina y asistir al sepelio del ex presidente Néstor Kirchner.

El viernes por la noche, Serra y Rousseff se enfrentarán en el último debate televisado de la campaña.