El gobierno alemán decidió el miércoles prohibir los matrimonios forzados y mejorar su manera de luchar contra los inmigrantes que se niegan a integrarse, en pleno debate sobre la inmigración.

Gavin Spencer en Stock.xchng

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Un proyecto de ley adoptado en Consejo de ministros prevé inscribir el matrimonio forzado en el código penal y castigarlo con una condena que puede ir hasta cinco años de cárcel.

Hasta el presente, ese tipo de práctica entraba en el registro de los delitos llamados de grave coerción y también era castigado con la misma condena.

El matrimonio forzado “se va a convertir en una infracción en sí con el fin de mostrar aún más claramente hasta qué punto es punible”, recalcó el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, en un comunicado.

Alemania ha sido sacudida en los últimos meses por varios casos dramáticos de jóvenes casadas sin su consentimiento.

“De esta manera nos elevamos contra la falsa creencia según la cual se trata de una tradición por lo menos tolerable de épocas antiguas o de otras culturas”, añadió el ministro.

El proyecto de ley que tiene que ser aún adoptado por los diputados del Bundestag debe también permitir a las jóvenes casadas a la fuerza en el extranjero regresar más fácilmente a Alemania.

El gobierno de la canciller Angela Merkel también quiere sancionar la negativa de los inmigrantes a integrarse a la sociedad alemana supeditando, por ejemplo, la prolongación de un permiso de residencia a la participación en un llamado “curso de integración”.