La epidemia de cólera ya ha provocado más de 200 muertos en Haití, informaron el sábado las autoridades de salud, que intentan impedir la extensión de un mal que se desató diez meses después del sismo que devastó al país más pobre del continente americano.

Algunos días después de su aparición, la catástrofe sanitaria nacida en varias regiones del norte de la isla parecía acercarse a la capital, Puerto Príncipe, donde sobreviven en tiendas de campaña centenares de miles de víctimas del terremoto.

El director general del ministerio de Salud Pública, Gabriel Thimoté, hizo el sábado referencia a 208 decesos, de los que 194 se produjeron en el departamento de Artibonite (norte) y 14 en el centro del país.

Cerca de 3.000 personas están internadas en hospitales y centros de salud, que a menudo se ven superados por la falta de medios suficientes, según cifras suministradas el sábado por las autoridades sanitarias.

“La situación está bajo control, la población no debe entrar en pánico, es necesario, por el contrario, respetar las medidas de higiene”, recomendó por su parte el doctor Jocelyne Pierre-Louis, funcionario del Ministerio de Salud.

El presidente haitiano, René Preval, acompañado por el ministro de Salud, Alex Larsen, emprendió el sábado una gira de inspección por las regiones afectadas por la epidemia, anunció el director general de la cartera.

Thimoté dijo además que las autoridades estaban tomando medidas para distribuir agua potable a la población.

El ministerio había hecho el viernes un pedido a la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) para que se hiciera cargo de la distribución de medicamentos suministrados por organismos internacionales.

El gobierno canadiense ofreció un hospital militar en Haití, mientras que Estados Unidos propuso entregar grandes tiendas para montar hospitales de campaña.

Canadá, donde hay una muy importante comunidad haitiana, también anunció el sábado que entregaría hasta un millón de dólares canadienses para combatir la epidemia.

La Cruz Roja estadounidense informó, por otra parte, de la llegada el sábado de tres cargamentos de medicamentos a Haití.

Según emisoras de radio de Puerto Príncipe, víctimas de diarrea y vómitos fueron internadas en centros de salud a algunos kilómetros de la capital, donde se mencionaron casos de fallecimiento.

“Esos rumores nos condujeron a investigar, en algunos barrios de la capital, pero no hay epidemia en la ciudad”, intentó tranquilizar Thimoté.

El cólera, una enfermedad altamente contagiosa causada por una bacteria, provocá violentas diarreas. En ausencia de cuidados inmediatos basados primero en una rehidratación, esta pérdida grave de líquidos (un enfermo puede perder el 10% de su peso en cuatro horas) puede resultar mortal.

El gobierno llamó a los haitianos a limitar sus desplazamientos, evitar ir a las zonas donde se concentra la enfermedad y seguir los consejos sanitarios.

Thimoté llamó al sector privado de Haití a ayudar al gobierno a encontrar colchones de plástico para los enfermos, que llegan por centenares a los hospitales, y a mejorar el volumen de agua potable disponible e incrementar los medios de desinfección.