Los senadores franceses aprobaron el viernes la reforma del sistema de jubilación impulsada por el presidente conservador Nicolas Sarkozy que desde hace siete semanas provoca en Francia una creciente movilización social.

El proyecto de ley fue respaldado por 177 senadores de la oficialista Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha) y centristas, y rechazado por 153 senadores de la oposición socialista y comunista.

“Llegará el día en que los adversarios de esta reforma estarán agradecidos al presidente de la República, al gobierno y a la mayoría gubernamental”, declaró minutos antes en el hemiciclo el ministro de Trabajo, Eric Woerth, encargado de llevar a término esta reforma que ha generado un rechazo sin igual entre los franceses.