El nuevo alcalde de Moscú Serguei Sobianin, un allegado al ex presidente Vladimir Putin, fue confirmado el jueves por una aplastante mayoría de la asamblea local, después de haber sido nombrado por el Kremlin la semana pasada.

Sobianin, un ‘aparatchik’ de 52 años, originario de Siberia, estuvo al servicio de Putin y lo siguió luego cuando éste fue nombrado Primer Ministro. Fue designado alcalde de la capital rusa el viernes pasado por el presidente Dimitri Medvedev.

Desde la reforma de 2004, el alcalde de la capital rusa — como los otros gobernadores de la Federación de Rusia — no es elegido por sufragio universal sino designado por el Kremlin.

El control de la capital, una ciudad de 10 millones de habitantes donde converge lo esencial de los flujos financieros del petróleo, y donde se decide la política rusa, es de una gran importancia en este país muy centralizado.

El anterior alcalde Yuri Luzhkov, en el poder durante 18 años en Moscú y que a los 74 años era uno de los últimos grandes personajes de la política rusa capaz de enfrentar al Kremlin, fue destituído el 28 de septiembre al cabo de un duro conflicto político.

Luzhkov había denunciado el procedimiento de designación de los gobernadores y había cuestionado la capacidad del presidente Medvedev para modernizar el país.

Con su destitución concluyó la toma del control por el poder central, después de la destitución de estos responsables regionales importantes, como el presidente del Tatarstan Mintimir Chaïmiev.

Las cadenas nacionales, bajo control del poder, acusaron a Luzhkov de haber puesto la capital rusa al servicio de los intereses de su esposa, la multimillonaria Elena Baturina, que en pocos años edificó un imperio en el sector inmobiliario y en los trabajos públicos.