El colapso del sistema de salud municipal y público, y que el Gobierno insistentemente quiere desperfilar, definitivamente agobia a los ciudadanos como Elizabeth que denuncia una espera de 10 horas para la atención de su hijo Carlos en el Hospital Base de Puerto Montt tras una caída que lo dejó con una contusión y una fractura nasal.

La mujer señala que llegó al recinto a las 10 de la mañana de este martes 19, derivada desde el consultorio Antonio Varas, y de allí vivió un largo peregrinar con su hijo ensangrentado hasta que lo vio un traumatólogo que a su vez pidió la opinión del neurocirujano, la que demoró 8 horas en ser entregada, algo indigno e indignante dijo la mujer

Pero lo peor, dice Elizabeth, es el trato que reciben los pacientes por parte de quienes, se supone, hicieron alguna vez un juramento que no distingue entre lo público y lo privado.

Nuestra auditora comprende que el sistema de salud esté colapsado, sin embargo añade que un poco de humanidad al trato no tiene mucho que ver con eso, sino más bien con la naturaleza de cada ser humano agregando que, lamentablemente los que dijeron que las colas y las esperas se terminarían hoy ya no están en Chile sino en el extranjero ocupando cargos importantes que, seguramente, les hicieron olvidar las promesas de campaña.