El gobierno de Ecuador considera que las Fuerzas Armadas no tienen responsabilidad penal en la rebelión de policías del 30 de septiembre, si bien algunos militares protestaron en el marco de ese motín, dijo este jueves el secretario jurídico de la presidencia, Alexis Mera.

“El gobierno considera que no hay indicios de responsabilidad penal en esos actos”, señaló Mera, refiriéndose a las acciones de 160 militares que bloquearon el aeropuerto de Quito y protestaron en las afueras del ministerio de Defensa durante la insubordinación, que dejó 10 muertos y 274 heridos.

“La Fiscalía es independiente y tiene derecho a sostener lo que quiera, pero el criterio del gobierno es que los sucesos de la base de Quito no tipifican ningún delito”, agregó Mera a periodistas tras una diligencia en el ente investigador.

El 12 de octubre, la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) instauró consejos disciplinarios contra los militares implicados en las manifestaciones.

Mera, quien actúa como abogado de la presidencia en las querellas contra los policías y otras personas involucradas en la sublevación, indicó que procesalmente “ya está demostrado (…) que hubo un intento de asesinar al presidente” Rafael Correa.

El funcionario aseguró que así lo demuestran los impactos de bala en los vehículos en que militares y policías leales evacuaron al mandatario, tras rescatarlo de un hospital donde agentes policiales lo retuvieron durante varias horas.

Los uniformados se insubordinaron en rechazo a una ley que eliminó bonificaciones para la fuerza pública.

Correa sostiene que la revuelta fue instigada por policías corruptos en contubernio con opositores políticos para propiciar su caída, mediante una estrategia de desinformación.