GAP

Suele ser común que los cambios de imagen corporativa generen un mayor o menor grado de resistencia al cambio… pero cuando esa resistencia se transforma en una rebelión, las empresas deben reaccionar. Eso fue lo que hizo la fabricante estadounidense de ropa GAP, que tras una avalancha de críticas ante el cambio a un logo minimalista, decidió dar pie atrás y regresar a su tradicional cuadro azul con letras estilizadas.

“Hemos estado escuchando y viendo todos esos comentarios… los hemos visto decir una y otra vez la pasión que tienen por nuestro logo de caja azul, y que lo quieren de vuelta, así que tomamos la decisión de hacer precisamente eso: lo recuperaremos a través de todas las cadenas”, declaró su presidente para Norteamérica, Marka Hansen.

El nuevo logo y el viejo-nuevo logo de GAP

El nuevo logo y el viejo-nuevo logo de GAP

Claro, “Pasión” es un buen eufemismo para resumir los comentarios que recibieron.

MEGA

Cuando el miércoles 6 de octubre comenzó a circular en las redes sociales un papel escaneado que revelaría el nuevo logo de MEGA, muchos creyeron que se trataba de alguna especie de broma. Es que aceptar que un logo de letras redondeadas donde se vertió toda la escala cromática iba a ser la futura imagen corporativa de la cadena resultaba difícil de aceptar.

El rumor acabó siendo cierto, e Internet se llenó de comentarios en su mayoría negativos hacia el cambio, incluyendo críticas desde el mundo de diseño que notaban su “inspiración” en el logo de la ciudad australiana de Melbourne.

El logo provocó rápidos derroches creativos

El logo provocó rápidos derroches creativos

Si la idea era asociar el nombre al eslógan “Me gusta”, quedaba claro que el logo no estaba ayudando.

La Polar

Discutir si el nuevo logo estrenado por La Polar en marzo de 2007 es feo o no es un tema de gustos. Sin embargo a mucha gente le llamó la atención que el logo fuera tan parecido al de otra empresa que usaba una gran P roja y redondeada como referencia: cecinas La Preferida.

Un mix de marcas

Un mix de marcas

Borrar la relación subconsciente entre ropa y fiambres tomó algunos meses. Y por supuesto, varios millones en publicidad.

Gobierno de Chile

Dos días antes de que asumiera el presidente Sebastián Piñera, el nuevo logo del gobierno se filtró a la prensa y las redes sociales, con resultados desastrosos. Claro, no es que los “cubitos” de los gobiernos concertacionistas hayan sido una obra maestra, pero el choque visual entre nuestro tradicional escudo y las tipografías tricolores no convencieron ni a expertos ni al público en general, quienes llenaron la red con parodias o burlas del logotipo.

Úselo. Por la Razón o la Fuerza

Úselo. Por la Razón o la Fuerza

La polémica llegó a tal punto que al día siguiente la agencia que diseñó el logo salió en su defensa asegurando que se trataba de un “logo de transición“, por lo que en septiembre (pasado) se llamaría a un concurso público para diseñar el logo definitivo. Seguimos esperando.

Valparaíso

Pero si de logos-ciudadanos fallidos se trata, las palmas se las lleva la abortada nueva imagen que estrenaría Valparaíso a comienzos de 2008: un sombrero que tenía la difícil misión de reemplazar a las ascendientes letras de la ciudad puerto.

El logo tradicional y el nuevo. Ché, ¿viste?

El logo tradicional y el nuevo. Ché, ¿viste?

La artillería se dejó caer de inmediato sobre la efigie, acusándola no sólo de no tener relación alguna con la joya del Pacífico, sino de apropiarse del sombrero en punta, una referencia icónica de Buenos Aires. Así, en apenas 15 días el Concejo le quitó el piso y el entonces alcalde Aldo Cornejo dio por sepultado el tema. A la agencia Dittborn & Unzueta no le importó mucho en todo caso: obtuvieron 8 millones de pesos como premio de consuelo.

Juegos Olímpicos de Londres 2012

Cuando los organizadores de los juegos olímpicos de Londres 2012 levantaron el velo sobre su logo en junio de 2007, la multitud quedó impactada. Aunque -desafortunadamente- no por las razones que esperaban.

Casi de inmediato comenzaron a llover las críticas por esa extraña conjunción de formas tan fluorescentes que -cual ataque pokemon- podrían desencadenar ataques de epilepsia y por la que, dicho sea de paso, se pagó a la agencia Wolff Ollins la friolera de (espero que estén sentados) más de 300 millones de pesos.

Londres 2012

Londres 2012

“No será del gusto de todos de inmediato, pero es una marca en la que creemos genuinamente y cuyo propósito principal es entusiasmar a la gente joven. Si no logramos eso, entonces francamente, todo el proyecto no tiene sentido”, declaró por entonces a la BBC el presidente del comité, Seb Coe.

Bueno, al menos no es como el del mundial de fútbol de Alemania 2006.

Pepsi

El que una empresa tenga mucho dinero no le asegura que su nueva imagen sea bien recibida, o ni siquiera que su transición será “tranquila”. Esto es lo que descubrió Pepsi a comienzos de 2009 cuando deformó sus icónicos colores ondulantes para dar paso a un logo más moderno, según explicaron.

El cambio recibió críticas mixtas, con sesudas explicaciones de personas que apoyaron la nueva imagen y otros que no dejaron de hacer mofa de ella, sobre todo tras conocerse que el proceso para hacer “sonreír” la esfera (hasta ahora pocos logran ver la sonrisa) en sus bebidas, tardaría 3 años y costaría cerca de 1.200 millones de dólares.

Los usuarios no veían precisamente una sonrisa

Los usuarios no veían precisamente una sonrisa

VTR, Movistar y Entel

Irónicamente, pocos cambios de logos en empresas de telecomunicaciones han dejado de levantar un reguero de comentarios. Es el caso de VTR, Movistar y Entel, cuyos estrenos de nuevos logos resultó bastante traumático, sobre todo desde la opinología de las redes sociales.

Por ejemplo, el cambio del logo de VTR en 2008 no tuvo buenas críticas por las abstracciones de la forma que podían hacerse, desde el Ratón Mickey hasta un parecido algo aspiracional con el logo de la gigante Warner Communications, hoy fusionada en Time Warner.

En tanto el “gusano verde”, como fue amablemente apodado por sus detractores, remeció los foros de Internet en 2005, cuando Telefónica consolidó su marca Movistar a nivel Hispanoamericano. Curiosamente, este logo disruptivo también fue diseñado por Wolff Ollins, quien parece especializarse en formas y colores… poco convencionales.

VTR, Movistar, Entel

VTR, Movistar, Entel

El uso de la “M” como un juego para campañas del tipo “ConóceMe”, “LlámaMe” o “DescúbreMe” resultó ser un acierto pero también un arma de doble filo, ya que pronto los internautas comenzaron a parodiarla con quejas del tipo “ReclámaMe”, “DesconéctaMe” o peores. Sin embargo la empresa española estaba tan determinada a impulsar su marca que incluso instauró 6 cargos de “guardián de marca“, para velar por su correcto uso, acorde a los valores de la empresa.

Por último, Entel no tuvo un trato más gentil por parte del público. Haciendo coincidir su renovación con el Festival de Viña, la firma lanzó una nueva imagen más simple, donde la letra “E” tenía todo el protagonismo, de forma similar a lo que hizo Movistar. El diseño estuvo a cargo de la agencia FutureBrand y según estimaciones, renovar la imagen a lo largo del país costaría 8 millones de dólares.

Pero claro, rápidamente surgieron los comentarios que la asociaban a la “E” de Internet Explorer o que destacaban el extraño uso de tipografías altas y bajas en desorden, al estilo de los chats juveniles, y que dificultan la lectura de sus propios mensajes.

Por supuesto, tras el 27 de febrero hubo cosas más importantes sobre las cuales hablar y se acabó la discusión.