América Latina busca nuevos mercados en la SIAL, la mayor feria agroalimenticia del mundo, que desde el domingo hasta el jueves reúne en en Villepinte, cerca de París, a expositores de un centenar de países.

“Es el conjunto del planeta de la alimentación que está aquí reunido”, declaró Valéry Lobry, directora del Salón internacional de la alimentación (SIAL), al inaugurar esta feria que se celebra cada dos años, acogiendo exclusivamente a profesionales.

Este año son unas 5.600 empresas agroalimenticias provenientes de más de 100 países – entre ellos Brasil, Argentina, México, Perú, República Dominicana- que han hecho el viaje a París con la aspiración de seducir a nuevos compradores y llegar con sus productos a los platos de consumidores en el mundo entero.

Desde que se entra al gigantesco parque de exposiciones en Villepinte, la fabulosa variedad de productos expuestos en los diferentes pabellones -un 80 % de ellos extranjeros- solicitan todos los sentidos, proponiendo sabores inéditos.

Mieles y salsas con especies para adobar las carnes, semillas de granada o lavanda caramelizadas para rellenar aves, sandwiches de arroz, carnes de avestruz, un camembert con trufas, un aceite de oliva con argán, ceviches, jugos exóticos: la feria es una caverna de Ali Baba para amantes del buen comer y beber.

Desde vinos y quesos tradicionales hasta chocolates picantes, pasando por galletas de wasabi, especies, bebidas de frutas y legumbres exóticas, productos listos para consumir e ingredientes usados por la industria de la alimentación: el mayor supermercado del mundo ofrece sabores conocidos y otros por descubrir.

México, que se presenta como “el décimosegundo productor y exportador a nivel internacional en el ámbito agroalimentario”, ha venido con una veintena de empresas, que proponen desde aguacates -primer productor y exportador mundial- a cervezas.

México es el segundo exportador de cerveza y cuenta con once denominaciones de origen, entre ellas el tequila y el mezcal, afirman representantes de la industria en el pabellón de México.

Perú, Argentina, Brasil también presentan una oferta rica y diversificada, proponiendo conservas, frutas, legumbres, confitería, lácteos, carnes, productos preparados.

En los pabellones latinoamericanos, como en cientos de otros, chefs preparan platillos nacionales, que dan a degustar a los miles de agentes de la restauración y de la gran distribución que han hecho el viaje a París, buscando renovar sus propuestas.

“Hay 985 productos nuevos en la SIAL 2010, un 25% más respecto a la feria de hace dos años”, señaló la directora de la feria, que afirmó que esta edición está marcada más que nunca por la búsqueda de innovación en la alimentación.

“Nunca hemos tenido tantos productos nuevos”, subrayó la responsable, indicando que la industria agroalimenticia ha sufrido de la crisis que ha golpeado a la economía mundial, “pero menos que otros sectores”.

Según ella, este periodo económico difícil permitió “estimular la innovación”.

Según Lobry, algo que está muy presente en la mente de las empresas de la agroalimentación, que debido a la crisis han reducido sus presupuestos para la publicidad, es que los consumidores reclaman cada vez más “la transparencia”. En otras palabras, quieren saber lo que comen, lo que ponen en su plato, concluyó la responsable.

Entre las novedades presentadas en esta feria, un jurado del SIAL destaca muchas, entre ellas unas galletas forradas de legumbres, una crema catalana sin gluten, un aperitivo de tomates y aceitunas negras.

El ganador del premio Global SIAL de Oro, los Oscar de la industria de la alimentación, recompensó el domingo un producto a base de miel.

“Honibee Honeydrops”, unos comprimidos fabricados con miel de trébol en la Isla del Príncipe Eduardo, en Canadá, pueden ser usados par azucarar el café y el té, pero también para calmar una garganta irritada.