Cuadrillas excavaban el domingo, por tercer día consecutivo, en un mina ecuatoriana para hallar a dos obreros atrapados desde el viernes por un derrumbe a 150 metros de profundidad, que según autoridades pueden estar vivos tras recuperar los restos de dos más, incluido un peruano.

“Tenemos todavía la esperanza de que estén con vida”, declaró a la prensa el ministro encargado de Recursos Naturales No Renovables de Ecuador, Carlos Pareja, quien además dijo a familiares de uno de los obreros: “tenemos todas las esperanzas de que estén bien” y les pidió tener paciencia.

Luego de que autoridades mineras ingresaron el domingo al yacimiento aurífero (405 km al suroeste de Quito), para inspeccionar la operación de rescate, el ministro dijo que los obreros que buscan a sus compañeros deben cruzar una “barrera que hay” en la galería.

“Al inicio era un material más suelto que se podía sacar con mayor facilidad; hoy ya hay troncos de madera muy grandes incrustados que hay que sacarlos, y luego sacar un material más pesado”, describió.

Los trabajos se cumplen sin interrupción desde el viernes, y las autoridades creen que los dos mineros pudieron sobrevivir gracias a que estaban al fondo del túnel que colapsó, donde “quizás el derrumbe no haya llegado”, dijo Pareja.

“Estamos trabajando como topos, excavando hasta con las manos para abrir pequeños boquetes por donde avanzamos hacia donde se dice que están los mineros”, expresó a la AFP un obrero que salió de las entrañas de la montaña luego de trabajar durante la noche del sábado.

“Hace falta aire, está duro respirar”, agregó otro, agotado y con la ropa completamente húmeda.

Los “topos” continúan ingresando por los dos accesos hacia el quinto nivel del yacimiento aurífero en la localidad costera de Portovelo (405 km al suroeste de Quito), según constató la AFP.

“Están (excavando) a unos cinco metros del sitio donde se presume que están los mineros, pero lamentablemente hay muchos escombros que impiden un rápido avance”, afirmó a su vez un representante de la empresa ecuatoriana Minesadco, que opera el yacimiento que en 1950 dejó de ser explotado por la estadounidense South American Development Company (Sadco) después de medio siglo.

El sábado fueron encontrados los cuerpos del ecuatoriano Walter Vera, jefe del grupo y el más experto, y del ayudante peruano Paúl Aguirre, que ya fue repatriado, mientras que la búsqueda sigue para hallar al barrenador Angel Vera (hermano menor de primero) y Pedro Mendoza, ambos también ecuatorianos.

Las autoridades habían indicado en principio que Aguirre era ecuatoriano, pero el gerente de Minesadco, Fernando Vélez, precisó a la AFP que es peruano.

El extranjero ingresó a trabajar en la compañía hace menos de un mes y se registró como oriundo de la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas (75 km al oeste de Quito) haciéndose “pasar como ecuatoriano”, explicó Vélez.

El trabajo de rescate se cumple a través de estrechos conductos de la galería en una montaña de la provincia de El Oro (limítrofe con Perú).

Una de las víctimas, Walter Vera de 31 años, tenía tres hijos -el último de 22 días de nacido- y laboraba en la minería desde hacía una década, la mitad para Minesadco, que explota unos 10 kg de oro al mes.

Su hermano Angel Vera (29) tiene tres hijos menores y se incorporó a la empresa hace dos años, en la que además laboran otros dos hermanos, Fabián y Guido.

Mendoza (28 años y con dos hijos) y Aguirre (21) no cumplían aún un mes de labores en la mina y se desempeñaban como ayudantes.

En 1993 en Nambija, otro de los centros mineros de Ecuador, también en la frontera con Perú, una montaña se derrumbó matando a más de 300 personas.