Los equipos de rescate se esforzaban este domingo por socorrer a los 11 mineros que quedaron atrapados en el fondo de una mina de carbón en el centro de China, tras una explosión que causó la muerte de otros 26, según un nuevo comunicado de las autoridades chinas.

Un balance anterior hablaba de 21 muertos y 16 mineros que quedaron atrapados tras una explosión de gas metano en la mina, situada en la localidad de Yuzhu, provincia de Henan.

Los sobrevivientes, cuyo estado se ignora, fueron localizados a 50-80 metros debajo de la entrada del pozo, pero el rescate se anuncia difícil.

En el momento de la explosión, 276 mineros trabajaban en la extracción de carbón, mineral que permite generar 70% de la energía del país.

Tras el accidente, 239 mineros lograron regresar a la superficie, informó el servicio nacional de seguridad laboral.

Las minas chinas tienen la reputación de ser las más peligrosas del mundo a causa de negligencias en materia de seguridad y por la corrupción, así como por una exigencia de producción cada vez mayor.

La cuestión de la seguridad en las minas chinas resurgió con el rescate espectacular, el miércoles pasado, de los 33 mineros que permanecieron encerrados bajo tierra en Chile durante 69 días.

La víspera, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, al llegar a Londres para iniciar una gira europea, reiteró una oferta de ayuda de su país ante el accidente minero en China y otro ocurrido en Ecuador.

“Espero que los trabajadores chinos que han sufrido un accidente, y también los de Ecuador, puedan salir con vida”, dijo. “Y si podemos ser de alguna ayuda, saben que pueden contar con nosotros”, agregó, tras indicar que Chile, con su exitoso rescate, había dado “un buen ejemplo” al mundo.

Días antes, las operaciones de rescate en la mina en Chile fueron difundidas en directo por la televisión estatal china.

El miércoles, varios internautas chinos criticaron duramente la falta de seguridad de las minas de su país.

“Qué suerte tiene la gente nacida en Chile… si hubiese ocurrido aquí, habríamos sepultado definitivamente a los vivos y a los muertos”, dijo un usuario de internet en el popular portal web sohu.com.

“La operación de rescate en Chile ha humillado a China. Piensen en esto: ¿cuántos trabajadores chinos han muerto en desastres mineros?”, comentó otro.

El año pasado, 2.631 personas murieron en estas minas.

Según observadores independientes, el número verdadero de muertos en las minas chinas podría ser mucho más alto, ya que muchos incidentes no son señalados para evitar costosos cierres de yacimientos, en momentos en que existe una fuerte presión para aumentar la productividad.

China afirma desde hace varios años que intenta modernizar sus minas para controlar las emanaciones de gas, sobre todo las de metano, un gas contaminante que además provoca explosiones.

Todos los años, el gobierno destina unos 200 millones de euros de subvenciones para las minas que utilizan tecnologías para captar el metano, según el Instituto Chino de Información sobre el carbón.

Las autoridades centrales también lanzaron hace algunos años una gran campaña de cierre de pequeñas minas, a menudo ilegales, donde se produce la mayoría de los accidentes mortales.

Sin embargo, muchas de ellas siguieron funcionando debido a la corrupción de las autoridades locales.

A principios de julio pasado, el primer ministro Wen Jiabao había ordenado que los jefes de las minas bajaran a los socavones junto a los mineros, en un nuevo intento por mejorar la seguridad. “Los dirigentes de las empresas deben (…) bajar a los pozos junto a sus obreros”, según él.