El presidente Sebastián Piñera, expresará este lunes en Quito su respaldo a la democracia de Ecuador, tras la sublevación el 30 de setiembre de unos mil policías que enfrentó el mandatario Rafael Correa, y que fue calificada por la OEA como un intento de golpe.

En medio del plan de rescate de los 33 mineros atrapados, que serían rescatados desde el miércoles, Piñera llegará para apoyar la “vigencia de la democracia en Ecuador y la condena a todo intento de desestabilización al gobierno legítimamente constituido”, según la cancillería.

Para el martes se espera el arribo del gobernante boliviano, Evo Morales.

El lunes también visitará Quito el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz de 1980, quien junto a Piñera acompañará a Correa en la ceremonia de relevo de la guardia presidencial, que el gobernante ecuatoriano acostumbra encabezar desde el balcón del Palacio de Carondelet.

“Vamos a tener el privilegio de que en esta ceremonia nos acompañe el presidente Piñera, que viene a darnos un abrazo solidario”, manifestó Correa el sábado en su informe semanal de labores.

En ese acto además participará el presidente del Parlamento Andino, el peruano Wilbert Bendezú.

Asimismo, Correa y Piñera sostendrán una reunión a la que asistirán los cancilleres Alfredo Moreno (Chile) y Ricardo Patiño (Ecuador), y otros ministros ecuatorianos como el de Seguridad, Miguel Carvajal.

El sábado en Santiago, Piñera dijo que viajará a Ecuador por “razones de Estado” antes de presenciar el rescate de los mineros.El 30 de setiembre, unos 1.000 policías protagonizaron una rebelión por una ley que recortó sus beneficios económicos, al igual que los de otros empleados estatales, en un episodio que Correa y la Organización de Estados Americanos (OEA) calificaron de intento de golpe de Estado.

Ese día el gobernante fue agredido por los manifestantes y luego retenido en un hospital, siendo rescatado en una operación militar que dejó diez muertos y 274 heridos.

El ministro de Interior, Gustavo Jalkh, anunció que varios uniformados serían destituidos. “Algunos serán juzgados por tribunales de disciplina, y eso terminará con sus eventuales bajas”, dijo en declaraciones divulgadas el domingo por el diario quiteño El Comercio.

La justicia ordenó el jueves el arresto temporal de 14 policías, entre ellos un coronel que era el jefe de la escolta legislativa.

Jalkh agregó que “debe haber justicia y determinación de responsabilidades, habrá sanciones internas menores y esos policías seguirán” en la institución, con 42.000 miembros.

El sábado, Correa -en el poder desde 2007 y reelegido hasta 2013- señaló que dispuso una reestructuración del mando de la Policía, en la que -según denunció- opera un grupo paramilitar, y que “nos dicen que todo está en calma” tras la sublevación.

Empero el gobierno decidió mantener por tiempo indefinido el estado de excepción en Quito, el cual fue declarado a raíz de la rebelión para que las Fuerzas Armadas asuman las labores policiales.

Con la medida, que regía a nivel nacional desde el 30 de setiembre, el presidente está facultado para suspender o limitar derechos como la inviolabilidad de domicilio, disponer la censura previa en la información de los medios y disponer el empleo de la fuerza pública.