La justicia argentina procesó a dos directivos de las filiales de Buenos Aires y Montevideo del gigante Cargill de Estados Unidos por evasión impositiva y supuestas maniobras de triangulación en las exportaciones desde Argentina, informó el viernes un organismo oficial.

La Justicia Nacional en lo Penal Económico procesó a Héctor Orlando Marsili, presidente del Directorio y gerente de la Unidad de Negocios en Argentina y a Javier Gustavo Fernández Rockoboer, gerente de la Unidad de Negocios en Uruguay, como autores del delito de evasión agravada, según la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

El juez Alejandro Catania, que investiga una denuncia de evasión de 56 millones de pesos (USD 14 millones) entre 2000 y 2003 por parte de la firma agroexportadora, dispuso además un embargo de 100 millones de pesos (USD 25 millones) para cada directivo.

El delito imputado prevé una pena máxima de 9 años de prisión.

Según la AFIP, la filial local de Cargill realizaba la mayor parte de sus operaciones a través de su filial de Uruguay, pero esto sólo a los efectos contables, pues la mercadería se exportaba directamente desde Argentina al comprador final.

“La facturación iba por un camino y la exportación real por otro distinto”, explicó la AFIP y agregó que Cargill Argentina “concretaba casi el 100% de sus exportaciones a través de su sucursal en Uruguay, que no tenía capacidad operativa y que sólo alquilaba una oficina en dicho país”.

A partir de esta maniobra, la filial de Buenos Aires facturaba sus ventas a la de Montevideo y desde allí se volvía facturar a otras sociedades vinculadas, generalmente radicadas en países de baja o nula tributación.

La justicia argentina también está investigando por evasión fiscal a Bunge, una de las mayores cerealeras del mundo, por una denuncia del organismo que involucra unos 1.200 millones de pesos (USD 301 millones).