El gobierno argentino reclamó el sábado a Gran Bretaña que se abstenga de realizar ejercicios militares “con disparos de misiles” previstos en las Islas Malvinas, cuya soberanía disputan ambos países, indicó una declaración de la cancillería en Buenos Aires.

Argentina expresó una “formal y enérgica protesta” a la embajada británica y reclama que Londres “se abstenga” de llevar a cabo ejercicios militares que incluyen “disparos de misiles desde las Malvinas”, indicó el documento leído en la Casa Rosada (gobierno) por el vicecanciller Alberto D’Alotto.

“El gobierno argentino expresa su más enérgica y formal protesta ante la pretensión de realizar ese ejercicio militar y exige al gobierno británico que se abstenga de llevarlos a cabo”, señala la declaración oficial.

En el comunicado, el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner advierte además que esos ejercicios castrenses, cuya fecha no fue indicada, podrían “generar una carrera armamentista en la región”.

Ese ejercicio constituye una “provocación inaceptable y suceptible de generar una carrera armamentista en la región”, señaló.

La presidenta Kirchner, a través de su cuenta en la red social Twitter, calificó de “gravedad inusitada” la decisión de Londres de realizar ejercicicos militares en las islas del Atlántico sur, que Gran Bretaña ocupa desde 1833.

En otro mensaje por Twitter, se refirió a una “militarización del Atlántico sur” y cuestionó a Gran Bretaña por un “uso ilegítimo y desembozado de sillón permanente en el Consejo de Seguridad de ONU”, una crítica que también realizó al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre pasado.

“Típico colonialismo del siglo XIX. Anacrónico uso de la fuerza, violando Derecho Internacional. No les importa. Claro ejemplo de doble estándar”, señaló también por esa red social.

La serie de mensajes finalizó: “Síntesis: ¿piratas for ever?”.

Según la declaración leída en la Casa Rosada, el anuncio de los ejercicios militares en el archipiélago del Atlántico sur fue comunicado el viernes por “las fuerzas británicas” al Servicio de Hidrogafía Naval argentino, que depende de la Marina de Guerra.

Las relaciones entre Buenos Aires y Londres registraron varios roces en 2010 tras la decisión británica de autorizar a empresas privadas la prospección de petróleo en las aguas circundantes a las Malvinas.

Argentina canaliza por la vía diplomática su reclamo de soberanía con Gran Bretaña en las Malvinas luego de la guerra de 1982 en el archipiélago austral que culminó con la rendición de las tropas de la nación sudamericana gobernada entonces por una dictadura militar (1976-1983).

El gobierno de Kirchner volvió a denunciar este sábado que Gran Bretaña incumple los llamados de las Naciones Unidas a que ambos países entablen negociaciones por la disputa de sobreranía en las Malvinas.

Los ejercicios castrenses previstos “se suman a la larga lista de acciones que Gran Bretaña realiza en contravención con la resolución” de la ONU, señaló el texto de la cancillería.

En un discurso pronunciado ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, Kirchner acusó a Gran Bretaña de hacer “uso y abuso” de sus poderes como miembro permanente del Consejo de Seguridad del organismo internacional y sostuvo que “el caso de Malvinas es muy demostrativo” de esa realidad.