Foto: Chris Gilbert en SXC.hu

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Según el Decreto Supremo 156 del 5 de marzo de este año, el sábado 9 a las 24:00 horas los relojes se adelantan una hora comenzando el horario de verano, y con ello, los efectos y trastornos que la medida puede producir en las personas al alterar sus hábitos de sueño.

Los expertos de la Mutual de Seguridad CChC, Paulina Hernández, ergónoma y especialista en turnos de trabajo, y el Dr. Claus Behn, médico fisiólogo, advierten sobre estos efectos y aconsejan tomar medidas para paliarlos.

Cambios repentinos de estado de ánimo, problemas gástricos y trastornos en el sueño son algunas de las alteraciones que puede provocar en los primeros días el cambio horario.

Los especialistas aconsejan que no es conveniente interrumpir el sueño antes de las 6:00 a.m., por lo que se debe evitar iniciar la jornada de mañana demasiado temprano, aunque en esto hay factores individuales, afectando de un modo diferente a individuos madrugadores o noctámbulos y a quienes están sujetos a realizar actividades en horarios rígidos.

El Dr. Behn advierte además que de acuerdo a expertos, la hora de invierno es la que más se adecua a nuestro país, debido a una mejor concordancia con los ciclos de luz y oscuridad.

“Estos cambios de hora pueden ser muy útiles en términos de ahorro energético, sin embargo los costos desde el punto de vista de las personas no se miden” -y agrega- “el hecho de adelantar la hora requiere de un período de adaptación del cuerpo, mientras tanto, las personas están somnolientas, agotadas o fatigadas, minimizando el rendimiento en el trabajo y aumentando la probabilidad de fallas”.

Se aconseja entonces implementar sistemas de turnos en las organizaciones, con una relación equilibrada entre trabajo y descanso, para enfrentar la falta de horas de sueño, asegurar el mejor desempeño laboral y evitar enfermedades.

Resguardando que estos turnos sean de rotación rápida, debido a que se debe privilegiar el tiempo libre de la tarde/noche porque es la mejor hora para establecer contactos sociales y familiares.

En los turnos de rotación lenta se producen varios días consecutivos en turno de tarde o de noche, lo que aísla de la sociedad, entorpece el ejercicio del rol paterno o materno y dificulta la relación de pareja.