Una banda conformada por internos de la cárcel de Temuco, dedicada a gestionar el robo de vehículos para trasladarlos al norte del país y cambiarlos por droga, desbarató personal del Servicio de Encargo y Búsqueda de Vehículos, SEBV, de Carabineros.

Carlos Martínez

Carlos Martínez

La diligencia, que permitió detener a dos personas y recuperar un moderno jeep marca Hiunday modelo San Fé año 2009, surgió tras la denuncia del propietario del vehículo, quien en marzo de este año, vía Internet, ofreció en arriendo su móvil.

En julio apareció un interesado, quien aceptó el valor diario y la garantía por el móvil, arrendándolo por tres días, sin aparecer al término del citado plazo, ni el arrendatario y menos el jeep.

El afectado estampó la denuncia por apropiación indebida ante Carabineros, iniciando las diligencias un equipo del SEBV, al tiempo que el hombre que arrendó el jeep, comenzó a llamar a la víctima, pidiéndole el 10 % del valor total del vehículo a cambio de información respecto al actual paradero del móvil, debiendo depositar el 50 % de lo acordado en una cuenta bancaria.

Los efectivos policiales, lograron establecer que la cuenta pertenecía a Jhonatan Barriga Aedo, con domicilio en Temuco, con antecedentes judiciales y una orden de detención pendiente, quien logró ser detenido al acceder a una reunión con el dueño del jeep en la que supuestamente se le entregaría el dinero que pedía.

Barriga Aedo, aportó antecedentes válidos para dar con el paradero del vehículo sustraído, el que se encontraba en Santiago, en poder de un locatario de la Vega “Lo Valledor”, quien lo había adquirido en dos millones de pesos.

Además se verificó que el detenido en Temuco, mantenía fluido contacto a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto, con imputados y condenados de la cárcel de Temuco, quienes lo contactaron para llevar el vehículo a Santiago y luego a Iquique, para ser intercambiado por droga.

Un equipo de Carabineros logró recuperar el jeep y detener a Héctor Gabriel Torres Ramírez, con domicilio en la comuna de Renca, quien sería el encargado de acopiar vehículos en Santiago para luego ser enviados al norte del país y ser cambiados por droga.