El embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, denunció este martes una “clara línea de agresión” contra su país desde España y Estados Unidos, manifestada en ataques contra las recientes elecciones o la denuncia de la presencia de miembros de ETA en Venezuela.

“Siempre tratan de mostrar a Venezuela como un país que no respeta los derechos humanos, no es democrático o de alguna manera está protegiendo o trabajando con terroristas”, dijo el embajador en un encuentro con periodistas.

“Hay una clara línea de agresión”, sobre todo desde editoriales de diversos diarios españoles y estadounidenses, que “tratan de mostrar a Chávez como que estaría perdido”, dijo Álvarez.

Álvarez minimizó la última polémica entre Venezuela y España, tras el anuncio el lunes de la justicia española de que 2 presuntos miembros de la organización armada vasca ETA detenidos en España confesaron haber sido entrenados en Venezuela en 2008.

El gobierno de Hugo Chávez rechazó la veracidad de esas denuncias.

Este caso fue “resuelto afortunadamente entre los dos gobiernos”, afirmó Álvarez, quien dijo que la persistencia de los señalamientos contra Venezuela “es una cosa de los medios”.

El embajador dijo que el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha sido de gran ayuda en el caso de las denuncias de presencia etarra en Venezuela.

“Cualquier acusación contra Venezuela se difumina, gracias a que viene de los medios”, dijo Álvarez, quien aclaró que la campaña contra Venezuela no proviene del gobierno español.

Con respecto a las recientes elecciones legislativas en Venezuela, la campaña consistiría en decir: “cuidado, no se confundan, no hay democracia en Venezuela, hay elecciones, pero las manipulan”, apuntó.

Pero Álvarez reconoció que el gobierno estadounidense ha sido cauto en sus pronunciamientos frente a las elecciones, en las cuales el partido oficialista alcanzó 98 diputados frente a 65 de la coalición opositora.

El diplomático auguró que tras este resultado seguirá habiendo “confrontación” en Venezuela, “en el sentido del enfrentamiento entre dos modelos diferentes de sociedad”, planteados por el gobierno y la oposición.

“La agenda de lo que el presidente Chávez ha llamado Revolución Bolivariana continuará”, agregó.